Entre las que existen en la villa cobra especial importancia la plaza del Ayuntamiento, que fue durante años el escenario elegido para ofrecer aquellos típicos conciertos de mediodía, en que los músicos se apostaban con sus instrumentos, buscando la sombra para resguardarse del calor del sol en las horas centrales del día.
Plaza del Ayuntamiento |
Durante muchos años fue la plaza Mendiburua uno de los espacios festivos más importantes en nuestra villa. En esa plaza hoy se concentra buena parte del poder económico, nada más y nada menos que tres entidades bancarias, que ocupan los espacios en los que antes se ubicaban un bar, una fonda y una droguería. Además de la iniciativa bancaria y quizás gracias a ella, en su entorno se sitúan varios establecimientos comerciales y hosteleros.
Durante muchos años ha sido punto de partida y llegada de los autobuses que transportaban a los viajeros desde la viaja Iruña o con destino a Lumbier, Sangüesa y los valles de Arce y Aézcoa. Está situada en un lugar estratégico de la localidad, atravesada por la arteria principal y con salidas hacia todos los puntos del pueblo, incluso hacia las nuevas urbanizaciones. Sin duda, un lugar privilegiado, aunque también el punto de mayor caos circulatorio del municipio, en el que los automóviles, si no se remedia la situación actual, habrán robado definitivamente el espacio vital a la gente de a pie.
Pues bien, esta plaza fue durante mucho tiempo un lugar preferentemente festivo, donde tenían lugar las verbenas de San Miguel, los bailoteos amenizados por gaiteros y txistularis, por la Banda de Sangüesa unas veces, por los músicos locales otras e incluso, en ocasiones, por la del Regimiento de la Constitución.
Esta orquesta fue contratada por el Ayuntamiento Plaza de Mendiburua |
durante los primeros años del siglo pasado y que llegó a disputarse la clientela con el famoso gaitero de Aoiz, Martín Zalba "Puños". Cuentan que en una ocasión, mientras actuaba la banda militar en las fiestas de San Miguel, "Puños" volvía de actuar de uno de los numerosos pueblos a los que solía acudir para amenizar las fiestas con su inseparable gaita. La plaza de Mendiburua se encontraba repleta de gente que bailaba al ritmo del vals que interpretaba la Banda del Regimiento de la Constitución. En aquel momento, "Puños" sacó su gaita y se puso a tocarla sólo como él sabía, y en un momento despejó la plaza, llevándose a toda le gente detrás suya, mientras la banda se quedaba sola.
A la muerte del famoso gaitero de Aoiz, allá por el año 1936, alguien le escribió unas palabras de despedida, en las que también se hacía mención a nuestra plaza : " Agur Martín, Dios te de su gloria y que la vibración de tu gaita vuelva a ponerse de tono en Mendiburua, en tierra de Aoiz y en Navarra ".El cariño por esta plaza como lugar de encuentro festivo insustituible, quedó de manifiesto en el transcurso de las fiestas de San Miguel del año 1919, cuando el Ayuntamiento dispuso que la música del tercer día debía celebrarse en otro lugar que no fuese la plaza de Mendiburua. Esta decisión provocó la protesta de la juventud local de aquella época, que no se resignaba a cambiar su habitual espacio festivo, a pesar de los deseos de la autoridad municipal.
Durante muchos años, sonó la música en Mendiburua ,en los atardeceres y noches de las fiestas de San Miguel y fue en el año 1960, la primera vez que dejó de hacerlo, fecha en la que el programa oficial de fiestas se anunciaban los bailables en la Plaza del Mercado.
Resulta triste hacerse a la idea de que el destino definitivo para Mendiburua vaya a ser, como lo es actualmente un mero aparcamiento caótico. Sería más lógico, justo y sostenible que esta plaza volviese albergar un lugar digno en el pueblo, el que se merece, un espacio de encuentro para la gente como lo fue antaño, y si es preciso que sea también escenario de actos festivos culturales, sociales o reivindicativos.
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