jueves, 15 de mayo de 2014

DESDE EL LUGAR DE NAPAL ( ROMANZADO ) AL MONTE IDOKORRI. VISITA A LA ERMITA DE SAN ESTEBAN DE UGARRA Y A LA ZONA PRÓXIMA DE MEGALITOS.

   Para alcanzar el lugar de Napal (Romanzado), desde donde vamos a realizar este interesante recorrido, nos desplazamos desde Pamplona a través de la PA-31, que nos lleva hasta el municipio de Noain. Desde este lugar accedemos a la Autovía del Pirineo A-21 en dirección a Jaca (Huesca).
   En la salida número 35 de la citada Autovía (Venta de Judas-Yesa), tomamos la carretera NA-178 dirección Lumbier-Navascués. Después de atravesar el municipio de Domeño (Romanzado), tomamos la carretera NA-2162, que se dirige a los municipios de Orradre y Napal, pertenecientes ambos al Romanzado.
   Esta sinuosa y estrecha vía de comunicación pasa primero por Orradre, para alcanzar posteriormente el lugar de Napal, desde donde partimos para disfrutar de esta singular jornada de ascenso al monte Idokorri y visitar posteriormente otros interesantes lugares de esta zona.
   Dejamos los vehículos a la entrada del pueblo, en un lugar despejado y habilitado para aparcamiento. En nuestra visita, el día es soleado con un ligero viento del Norte, que determina una temperatura idónea para el desarrollo de una jornada llena de descubrimientos, en estos lugares un poco apartados y bastante desconocidos de la geografía de Navarra.
 Municipio de Napal (Romanzado). Curiosa formación rocosa.
En su cara frontal se sitúa el Castro de la Peña de Napal.
   Convenientemente equipados iniciamos el ascenso atravesando el pueblo, pasando al lado de su Iglesia Parroquial. Está dedicada a la Purificación de Santa María, es del más primitivo románico con elementos del Siglo X, del XI, del XII y ediciones posteriores. En el exterior tiene pocos elementos que llamen la atención, excepto sus muros enlucidos y una torre muy deteriorada a los pies del cuerpo principal. Consta el mismo de una nave de dos tramos y cabecera recta, cubierto de bóveda de medio cañón, el último de los tramos apuntado; tiene además dos capillas a modo de crucero.
   La portada de entrada a la Iglesia de la Purificación de Santa María es de arco de medio punto, y en el ábside de la misma quedan restos cegados de lo que fue un vano geminado axial.
   Continuamos por amplia pista en dirección norte, con una ligera pendiente de ascenso, que irá posteriormente aumentando y que nos alejará del lugar de partida. Una mirada hacia atrás, nos proporciona una excelente perspectiva de una singular formación rocosa, que se halla cercana al municipio de Napal.
   Según nos informamos, en las proximidades de ese lugar, se halla ubicado el denominado Castro de la Peña de Napal. Los expertos en estas materias indican que corresponde a un asentamiento del primer milenio a. C., identificado como poblado de la Edad del Hierro.
   Si dirigimos la mirada desde este lugar donde nos encontramos hacia el oeste, podemos contemplar la elegante altitud de la Peña de Izaga (1360 metros), con sus tres cimas, Santa Ágata, Gambella e Izaga.
   Siguiendo la ascensión llegaremos a un collado, en donde en dirección norte se amplia la visión, con la aparición de campos de cultivo y prados, que forman un valle limitado por las formaciones de los altozanos de Ugarra, Peñascal, Bolunza y Angerta o Peña Blanca.
   En este collado encontramos un cruce de caminos, seguimos por el que se dirige hacia el este. Avanzamos por el mismo con una pendiente de ascenso moderada, que va rodeando al macizo del monte Idokorri. Llegaremos a otro cruce de caminos y ahora elegiremos, el que toma la dirección sur, llegando al borde de un pinar  de repoblación.
 Índice geodésico del Monte Idokorri.
Miembros del grupo de amigos "matarrasa".
   Desde el collado, el camino recorrido hasta el momento, atraviesa una zona de vegetación propia del bosque mediterráneo, con abundancia de encinas, carrascas y numerosas agrupaciones de boj.
   Tomamos el amplio camino, a modo de cortafuegos en el interior del pinar, y vamos ascendiendo con pendientes importantes, sobre el cordal oeste del monte Idokorri. Seguimos ascendiendo hasta llegar al vértice geodésico, señalado mediante una columna cilíndrica de hormigón y placa de identificación correspondiente a esta cima, dentro de la Comunidad Foral de Navarra.
   No obstante esta no es la mayor altura del monte Idokorri, para alcanzarla debemos de realizar un pequeño recorrido, que está convenientemente señalizado. Por una estrecha senda, siempre por las proximidades del cordal, a través de un pasillo con ligera pendiente entre brotes de boj y otros arbustos, pronto llegaremos a la altura máxima de esta montaña. Encontramos en este lugar un buzón de montaña, en la parte meridional de la cima, que nos señala la máxima altitud. En este caso el buzón bastante deteriorado, fue colocado por el Grupo de Montaña Boscos, y en él se señala monte Idokorri, con su altitud de 1061 metros.
   Desde este lugar el panorama que se abre a nuestros pies, es de una belleza inigualable. Estamos al borde de un acantilado, de gran verticalidad, que nos sitúa en un balcón; desde donde contemplamos la espectacular Foz de Arbayún horadada por el que paso del río Salazar, que se dirige al encuentro con el río Irati su hermano mayor. Próximos al lugar descrito se sitúan, el pequeño municipio de Iso y su espectacular puerto, recorrido por una carretera sinuosa para salvar el desnivel. En la actualidad ha quedado fuera de servicio, al modificar el trazado de la carretera que se dirige hacia el Valle de Salazar y el Almiradío de Navascués
 Desde el Idokorri vista de la Foz de Arbayún.
Puerto de Iso y actual carretera al Valle de Salazar.
   Después de contemplar las hermosas vistas desde este privilegiado lugar, iniciamos por el borde del cordal un ligero descenso, que nos sitúa en un lugar abrigado con excelentes vistas hacia el monte San Quirico, en donde los miembros de "matarrasa" disfrutamos de un apetitoso almuerzo, mientras comentamos las incidencias de esta primera parte del recorrido.
   Después de dar buena cuenta de las viandas, iniciamos el camino de descenso, por el mismo recorrido que realizamos en el ascenso, hasta situarnos en el primer collado, en donde se encontraba el primer cruce de caminos.
   Para completar la jornada, tomaremos ahora  desde este lugar el camino que se dirige hacia el norte, en dirección a la Ermita de San Esteban de Ugarra, que observamos en lontananza. Este amplio camino, que realmente conforma una pista, se dirige al lugar indicado, con ligeras pendientes de subida y descenso; entre campos de labranza y praderas, alternando con parajes en los se alternan masas de arbolado y arbustos de carácter mediterráneo.
   El camino por el que nos desplazamos se dirige hacia el monte Ugarra, con una bifurcación a la citada Ermita de San Esteban de Ugarra. Llegados a sus proximidades podemos apreciar las características de este antiguo lugar de culto. La edificación tiene una posición privilegiada, está situada en un altozano rodeada de campos de labranza.
   De lineas sobrias, románica de recta espadaña con dos huecos, exentos de campanas en la actual situación. Es de un solo cuerpo y en la actualidad está cerrada, debido a su estado ruinoso; ya que anteriormente se utilizó como refugio de rebaños de ganado lanar, y actualmente se emplea para guardar paja. Según nuestras averiguaciones este edificio es actualmente de propiedad privada.
 Ermita de San Esteban de Ugarra.
   En las proximidades de este lugar y otros cercanos se ofrece la posibilidad de visitar un conjunto muy interesante y bastante completo de monumentos megalíticos, esencialmente dólmenes que fueron descubiertos y catalogados a partir del año 1.957. Entre ellos podemos citar los dos de Aikoa, el de Angerta, los tres de Ugarra, los dos de Bolunza y otros más alejados como el de Puyomediano y Ugarrón.
   Los dólmenes de Aikoa, deben su nombre a un antiguo despoblado medieval, ubicado en las cercanías, entre los municipios de Imirizaldu, Ozcoidi y Berroya.
   El megalitismo ( megalito-piedra grande), es un fenómeno prehistórico propio de la Europa Occidental, relacionado generalmente con ritos funerarios. Se tiene constancia que dólmenes y cromlech, se utilizaron como sepulturas colectivas.
   Los monumentos megalíticos han sido interpretados como centros simbólicos y/o rituales de las poblaciones de su entorno de las cuales hay muy pocos datos. Las diversas interpretaciones de sus funciones ideológicas giran alrededor de su utilización como elementos de equilibrio social, de delimitación territorial, de prestigio  y/o poder de la comunidad, remarcándose la identificación de sus contactos con la tierra en la que estaban sepultados sus antepasados, lo que les otorgaría el derecho a trabajarla.
   Con el establecimiento de las jefaturas y a la consiguiente jerarquización social, que coincide con el auge de la metalurgia, fue cambiando a un modelo en el que primaba lo individual sobre lo colectivo. Los megalitos, dieron paso a los enterramientos individuales. La disposición de muchos de ellos, da pie a otras teorías, sobre su clara orientación astronómica, la mayoría de los dólmenes están orientados hacia el este, lugar donde sale el sol.
Situación de los megalitos en la zona visitada.
   Posiblemente nunca se despejarán las incógnitas, lo cual mantendrá como un misterio a estas piedras y lo que representan.
   Presentamos en esta cumunicación un pequeño plano orientativo de la situación de los megalitos de la zona objeto de nuestra visita. Como ayuda a su localización, tenemos que señalar que varios de ellos están dentro de zonas boscosas de monte bajo, muchas veces tapadas casi por completo por los árboles y arbustos que los rodean.
   No obstante las indicaciones que se reflejan en dicho plano, nos pueden ayudar a descubrirlos con menos dificultad. En la visita pudimos observar algunos de ellos, aunque lo avanzado de la mañana, nos impidió una más completa observación del resto de monumentos megalíticos.
   Posteriormente, emprendimos el camino de regreso, por la misma pista de acceso, hasta volver al municipio de Napal, que es donde iniciamos este variado recorrido a esta parte tan poco conocida del Romanzado.
   Una vez cambiados de indumentaria regresamos a Pamplona por las mismas carreteras y autovías que nos habían situado en Napal (Berroya), tras una jornada que resultó muy satisfactoria por la variedad y belleza de los lugares recorridos que hemos visitado.


     

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