- Ciudad del Cabo con la Table Mountain a sus espaldas- |
Se lanzó desde los 1085 m de altura con la mala suerte que en uno de los saltos de repetición apuró demasiado la aproximación a unas rocas y se acercó tanto que impactó con su cuerpo a 200 km/h. En el primer vídeo podemos ver cómo prepara sus saltos con varías cámaras en su cuerpo y otro saltador que lo hace ligeramente retrasado para poder grabarlo a distancia.
Moraleja, en esta vida hay que arriesgar si se quiere algo, pero a veces conviene valorar a priori si merece la pena arriesgar en exceso. Ahora que los acontecimientos recientes de la economía mundial y el "buen hacer" de nuestros líderes y administradores de lo común nos han llevado al borde del precipicio, algunos hombres "de estado", o del destalento, están empecinados en que demos un paso al frente. Por si acaso, tomemos nota de los saltos de Jeb y atémonos fuerte el paracaídas.
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