Para realizar estas ascensiones aprovechamos un día con condiciones climáticas bastante favorables, que nos anuncian una jornada no demasiado calurosa, pues en este recorrido tenemos que transitar por lugares despejados de arbolado y con pendientes en algunos tramos del camino bastante acusadas.
Partimos de Pamplona / Iruña hacia Behovia a través de la carretera nacional N-121-A, que inicia su recorrido en la Ronda de Pamplona (Antigua Ronda Norte) (PA-30). Se dirige en dirección norte, y después de atravesar el túnel de San Cristobal, sigue hacia la variante de Sorauren, variante de Ostiz, variante de Olagüe y llega a las Ventas de Arraiz donde se inicia el puerto de Velate.
Monasterio-Hospital de Santa María de Velate |
Dejando a nuestra derecha el túnel de Velate, iniciamos la subida a dicho puerto a través de la carretera comarcal C-1210, para después dejar al lado derecho el Hotel Venta de San Blas en el Km.37; y antes de llegar a la cima del puerto (847 m.), aparcar los vehículos en la parte derecha de la carretera, en un amplio espacio dispuesto a tal fin, desde donde se nace el amplio camino inicio del recorrido.
Convenientemente equipados emprendemos la andadura por este amplio camino, una vez superado un "paso canadiense", para dirigirnos hacia la regata de Aratxuri en donde encontraremos dos edificaciones, que componen un antiguo monasterio y hospital de Santa María de Velate.
Estas edificaciones, son un conjunto monasterio-hospital de fundación catedralícia, que aparece en el siglo XII. Está situado en un camino secundario de la Ruta Jacobea, es un conjunto del que hoy día quedan estas dos construcciones, que a pesar de estar restauradas hace poco, están bastante deterioradas. La iglesia es de una sola nave y destaca en su lado sur su enorme chimenea. También llaman la atención una serie de contrafuertes en el lado norte, que parecen ser de construcción posterior.
En este lugar nos encontraremos con los restos de una antigua calzada romana que nos eleva a un collado ( 926 m.) donde antiguamente existió la ermita de Santiago.
Otro tema que merece la atención, es la contradicción entre los especialistas en torno a si hubo allí restos de calzada romana o no, sobre la que asentó la medieval; la mayoría de los autores son favorables a los vestigios romanos de la zona.
Compañero de ascensión Jesús, otro "matarrasa". En la cima de Okolin, al lado del bonito buzón montañero. |
Así corroboramos la teoría de que en la Edad Media no se construyeron calzadas, ni caminos, sino que se reutilizaron los que había en época de los romanos. Esta calzada puede datar de los siglos II o III, esta es la época de dominación romana. Se trataba del camino que unía Pamplona con Aquitanía. La calzada está jalonada con numerosos menhires, señalando el trazado, dando al conjunto un aire misterioso.
Desde el señalado Ermitako Lepoa ( 926 m. ), ahora abandonamos la calzada y en dirección noreste ( N. E. ), vamos remontando el cordal, ganando la parte alta de Azkenatz ( 1219 m.). Tras un pequeño descenso pasamos bordeando por la derecha la cima de Gartzaga ( 1294 m.), llegando al collado del mismo nombre ( 1219 m.).
Situados en este collado, aparece ante nosotros el monte Okolin (1352 m.), que lo subimos sin dificultad. desde la cumbre despejada de este monte, se ofrece unas bellas panorámicas entre las que destacan las cimas de Sayoa y Zuriain, hacia las que nos dirigiremos.
También podemos observar al norte de nuestra posición el profundo barranco de Larralde, y hacia el sur el barranco de Eltzarrain.
Descendemos el Okolin por el cordal opuesto a la subida y nos dirigimos hacia el collado de Sagardegui (1250 m.), que comunica con el puerto de Artesiaga, otro posible acceso a este lugar. Es el trazado de la G.R.12, que une el puerto de Velate con el puerto de Artesiaga.
Desde este collado de Sagardegui tenemos dos opciones, podemos alcanzar tras una fuerte pendiente el monte Sayoa o Saioa ( 1418 m.), o podemos tomar la dirección sureste ( S.E.), y dirigirnos hacia el monte Zuriain.
En la cima del monte Zuriain ( 1411m.) |
Antes de elegir esta última opción, que nos posibilita la observación de abundantes restos megalíticos, los amigos "matarrasa" como de costumbre, disfrutamos de un frugal almuerzo en este collado, comentando las incidencias de la travesía y planteando las opciones del retorno.
De nuevo iniciamos el ascenso desde el collado siguiendo el cordal, que con una regular pendiente nos lleva en primer lugar a la cima de Zetume (1351m.), para seguidamente con una inclinación más moderada, alcanzar la cima del Zuriain (1411m.). Llegados a la cumbre encontraremos un buzón cilíndrico en la que aparece la inscripción con las características de esta cima y el nombre del grupo montañero que lo instaló. Al lado de este buzón se halla una señal geodésica en cuya base se indican los datos geográficos del lugar.
Desde esta cima podemos contemplar unas preciosas panorámicas de estos montes. Hacia el sur del monte Zuriain, el macizo montañoso sigue hacia el alto de Egozcue o Igoli ( 896m.), uniéndose al monte Barachueta ( 1141m.), dejando al este las aguas del embalse de Eugui ( 628m.), destacando las cimas de Eride ( 1241m.), Burdindogui ( 1244m.), Goitico ( 1222m.) y Urdanatz ( 1118m.), separando así los Valles de Ulzama, al oeste y Esteribar al este.
Todas estas cimas se hallan cubiertas por hayedos, dificultando la travesía entre ellas, con más problemas de orientación cuando aparecen las nieblas. La confusión puede aumentar por la existencia de múltiples pistas para la explotación forestal. También es destacable los grandes hayedos que cubren la vertiente oriental de la montaña sobre el pico Erreguerena (1247m.).
Después de un tiempo de relax, iniciamos el retorno, bajando por el mismo trazado de subida al collado de Sagardegui. Debido a la premura de tiempo para volver al lugar de partida, no realizamos la ascensión al Saioa, dejándolo para otra jornada de montaña.
Emprendemos el camino de regreso al collado de Okolin, por el mismo camino de ida, pero en este caso no ascendemos a dicho monte. Por un camino lateral, que atraviesa parte del hayedo de su falda, salvamos su pronunciada cima y continuamos el camino de retorno, por idéntico trazado que utilizamos en el ascenso.
Este hermoso y espectacular recorrido estuvo acompañado de un tiempo apacible con poco viento, que supuso una experiencia singular en los recorridos montañeros por esta parte de la Navarra prepirenaica, que desde Pamplona nos introduce en el Valle del Baztán, bañado por el río Bidasoa, antes de atravesar los Pirineos.
De nuevo iniciamos el ascenso desde el collado siguiendo el cordal, que con una regular pendiente nos lleva en primer lugar a la cima de Zetume (1351m.), para seguidamente con una inclinación más moderada, alcanzar la cima del Zuriain (1411m.). Llegados a la cumbre encontraremos un buzón cilíndrico en la que aparece la inscripción con las características de esta cima y el nombre del grupo montañero que lo instaló. Al lado de este buzón se halla una señal geodésica en cuya base se indican los datos geográficos del lugar.
Desde esta cima podemos contemplar unas preciosas panorámicas de estos montes. Hacia el sur del monte Zuriain, el macizo montañoso sigue hacia el alto de Egozcue o Igoli ( 896m.), uniéndose al monte Barachueta ( 1141m.), dejando al este las aguas del embalse de Eugui ( 628m.), destacando las cimas de Eride ( 1241m.), Burdindogui ( 1244m.), Goitico ( 1222m.) y Urdanatz ( 1118m.), separando así los Valles de Ulzama, al oeste y Esteribar al este.
Collado Sagardegui. Monte Saioa ( 1418m.) Coches. Una muestra penosa de la acción humana en la montaña. |
Todas estas cimas se hallan cubiertas por hayedos, dificultando la travesía entre ellas, con más problemas de orientación cuando aparecen las nieblas. La confusión puede aumentar por la existencia de múltiples pistas para la explotación forestal. También es destacable los grandes hayedos que cubren la vertiente oriental de la montaña sobre el pico Erreguerena (1247m.).
Después de un tiempo de relax, iniciamos el retorno, bajando por el mismo trazado de subida al collado de Sagardegui. Debido a la premura de tiempo para volver al lugar de partida, no realizamos la ascensión al Saioa, dejándolo para otra jornada de montaña.
Emprendemos el camino de regreso al collado de Okolin, por el mismo camino de ida, pero en este caso no ascendemos a dicho monte. Por un camino lateral, que atraviesa parte del hayedo de su falda, salvamos su pronunciada cima y continuamos el camino de retorno, por idéntico trazado que utilizamos en el ascenso.
Este hermoso y espectacular recorrido estuvo acompañado de un tiempo apacible con poco viento, que supuso una experiencia singular en los recorridos montañeros por esta parte de la Navarra prepirenaica, que desde Pamplona nos introduce en el Valle del Baztán, bañado por el río Bidasoa, antes de atravesar los Pirineos.
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