Para huir de tanto "abismo y precipicio", o mejor, para encararlos con estilo y soltura, propongo una nueva serie de entregas -¿QUIÉN DIJO VÉRTIGO?- donde podremos acostumbrarnos a estar en el límite y entrenarnos a resistir las situaciones y emociones difíciles de soportar provocadas por "vacios" físicos. Vamos a caminar por estrechos senderos donde mejor no mirar al vacio, aunque como en las películas, sabemos que el protagonista sobrevive a todos los peligros, así que tranquilos, el final feliz está asegurado.
Para empezar vamos a seguir a nuestros tres amigos en un descenso de vértigo en bicicleta por un camino de montaña. Sólo hay que tener buena dirección y un freno sensible, lo demás depende de cada uno, pero sobre todo no miréis a vuestra derecha.
Recuerdo mis comienzos ciclistas en Mendaza donde descubrí que el ir sobre dos ruedas era todo un placer a pesar de las rozaduras que me costaba. Lástima no haber dispuesto en su momento de la afición y de los medios actuales para celebrar una bajada non-stop desde el Poste hasta laVenta, debe de ser adrenalínico emocionante.
Comunicación sensacional José Luis. Todo un alarde de facultades, dominio de la bicicleta y sangre fría.
ResponderEliminarEs muy grande el mérito de los ciclistas, y la acción grabada por la cámara espectacular. Para disfrutar viendo este magnífico documento.