viernes, 13 de abril de 2012

REVUELTO DE IMÁGENES A LA SALSA DE MÚSICAS AROMÁTICAS (IV): BOSQUES DE NAVARRA

La conexión de los Pater con los bosques no es algo accidental y han existido muchos casos que lo atestiguan. La relación de trabajo y vida con la madera y los árboles en distintas ramas del apellido es algo conocido. Si no tuviera deformación profesional, ahora diría esa tontería tan de moda de que los Pater llevamos los bosques en los genes, de que los árboles y la madera están en el ADN de los Pater, pero no lo voy a decir, valiente estupidez. De cualquier manera, no me extraña que una de las cosas que más me cautiva de Navarra sea sus bosques, sus masas forestales. Cuando te aproximas a la Berrueza desde Los Arcos y superas el congosto de Mués aparece un paisaje diferente donde los montes se visten de chaparros, encinas, robles, pinos y al final cuando la orientación y la climatología lo permiten las hayas, las reinas del bosque. 

Mis primeros recuerdos de lo que era un bosque están asociados al conjunto de encinos que lucen en el camino de Mendaza a Acedo, por el monte y el Calvario. Por su parte, el monte arriba exhibía una mayor densidad y espesura en arbustos y árboles. El bosque mantenía un pulso con el hombre. A menudo, escuchaba decir a los mayores que el bosque se tragaba los caminos que se abrían. En su territorio el bosque era el rey, el que mandaba. Luego aprendí a distinguir a los” jugadores del equipo" como si de un club de futbol se tratase: las encinas, los encinos, los bojes, los espinos, los robles, los álamos, los matorrales, tantos y tantos protagonistas.

Hago el esfuerzo de imaginar en épocas no tan lejanas, como cuando los griegos empezaban a filosofar libremente y sin intervenciones (pongamos unos 3.000 años), todo el valle de la Berrueza cubierto de un frondoso bosque de grandes encinas y robles que sin interrupción nos conducían a formas más atlánticas de bosque, como las hayas, en los rincones más umbríos y frescos del valle. Todo verde, todo cubierto con un espeso sotobosque. En aquel paisaje, si quisiéramos cruzar la Berrueza desde el Este hasta el Ega, lo más seguro sería bordear la masa forestal del valle flanqueando las sierras que lo rodean, porque intentar atravesar aquel espeso bosque por el centro podría convertirse en una mala experiencia laberíntica.

Si miramos hacia el norte la fiesta forestal aumenta su espectacularidad. Los bosques recrean paisajes mágicos que se visten de los colores de moda según la época del año. Algunas imágenes de los amarillos rojos y verdes del video en un mismo árbol hablan de la coquetería de nuestros árboles. 

Ahora disfrutemos de un paseo por los bosques de Navarra acompañados de Lyle Mays y Pat Metheny.



Sobre los bosques de Navarra existe un documento divulgativo, no muy extenso, que para aquellos que os interese el tema creo que puede resultar interesante. Se trata del resumen de una conferencia titulada LOS ARBOLES EN NAVARRA Y SUS PRINCIPALES ACTORES


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