martes, 25 de octubre de 2011

MENDAZA EN BLANCO Y NEGRO (V)

Ir a comer al campo en cuadrilla son de esas ocasiones que no se olvidan. No dispongo apenas de material de tan gloriosos eventos, y es una pena porque aquellas situaciones merecían pasar a la historia. Se lo pasaban en grande. No hay más que ver la cara de los asistentes después del rancho, enarbolabando aquellos Farias fajados todo un símbolo de fiesta.

Los más pequeños del pueblo tenían también sus momentos de gloria. Eran tiempos en que las fiestas de carnaval no eran bien vistas, pero existía el día de misiones donde se daba rienda suelta a la alegría del disfraz. Fuera de papa, obispo, misionera o de "infiel de cualquier color" los más jóvenes esperaban el día para salir en procesión. Y cuando había un bautizo se esperaba en la calle la generosidad del padrino en forma de dulces y "ochenas" (décimos de peseta).

Ser joven en Mendaza siempre tenía motivos para la alegría.





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