jueves, 24 de enero de 2013

LOS BAÑOS DE JOSHI EN EL ODRÓN. EL KUMBH MELA DE LA BERRUEZA.

El que no cuenta más que la verdad
no merece ser escuchado
(anónimo)

En aquellos años, mientras Joshi vivió en Ubago, contemplando La Costalera como motivo de sus meditaciones, acostumbraba a bañarse en el rio. Aunque algún vecino del pueblo le ofreció en más de una ocasión el baño de su casa, Joshi prefirió siempre su baño natural en las aguas limpias y en curso del Odrón, su rio sagrado. 
 

- El Odrón, el rio sagrado de Joshi en la Berrueza -
Incluso en invierno, en pleno mes de enero y febrero, bajaba a unas pozas cercanas a Cábrega donde celebraba sus baños rituales. Joshi como buen santón se había educado en el desapego de lo material y en la privación corporal de lo placentero y como yogui estaba acostumbrado al tormento como vía de purificación del espíritu, pero tonto no era. El baño lo practicaba los días despejados, bien soleados y después del mediodía, cuando el sol había calentado ligeramente el ambiente y las gélidas aguas provenientes de Codés. No era cuestión de castigar el cuerpo más que el espíritu. El rincón preferido para el baño era una poza profunda que le permitía sumergir todo el cuerpo. El sitio se conocía como “el pozo del ahogado” y en su tiempo lo habían utilizado unos de Mendaza para mover una sierra en el corte de la madera.

Aquellos baños le traían a la memoria lo vivido en la India el año 1971, el año del último Kumbh Mela. Fue, sin duda, la experiencia más grande de su vida. Desde Mendazhar, donde vivía, junto a su maestro Swami Bhajana, Joshi se trasladó a Alahabad. Allí, en su condición de asceta místico, participó como protagonista junto a los otros sadhus en la gran fiesta religiosa. 

- Los sadhus preparados para el Kumbh Mela -
Una felicidad completa invadía a Joshi. Allí estaba Joshi, en las orillas del Ganges, adornado únicamente con pinturas que cubrían su frente y parte de la cara y con una corona de guirnaldas azafranadas que le distinguían como iniciado en el camino de la santidad espiritual. No llevaba más vestido que una costra gris que envolvía su piel y que habían formado las cenizas con las que se había embadurnado todo su cuerpo y aquel permanente sudor provocado por la humedad invasiva del rio. Allí, desnudo, sin nada más que su fe, aprendió el sentido de los baños rituales que luego seguiría practicando el resto de sus días hasta su muerte en la Berrueza años más tarde.

- Los baños purificadores en el Ganges-
Cuando los críos del pueblo se encontraban con JoshiYogui le preguntaban todo aquello que no se atrevían sus padres:
- Y tú Joshi ¿te lavas?
- Pues claro, cada día limpio en el rio mis pecados y mi cuerpo. Eso es lo que tenéis que hacer cada día cuando os levantéis, antes de ir a la escuela, a la ducha.
- Joshi, ¿por qué te gusta ser pobre? -Y Joshi les contestaba como si lo hiciera a sus padres.
- Yo no quiero nada en esta vida. Cuando te mueres ¿qué te llevarás? ¡Nada! Sólo lo que tú des en esta vida permanecerá, lo que tú ayudes a los otros, eso permanecerá y durará más que tú mismo, y sólo entonces serás recordado.
- Pero Joshi, mi madre dice ¿qué será de ti el día de mañana? ¿Qué te pasará cuando te pongas enfermo? ¿Quién te cuidará cuando seas mayor?
Con la serenidad que le procuraba su respiración pausada de maestro yogui les contestaba:
- Hoy es mi día más importante. El mañana no está en mis manos.

- Sabes Joshi…, a mí, de mayor, me gustaría llevar unas trenzas como las tuyas.

1 comentario:

  1. Hermosa historia. Al final de la narración,el profesor por boca del santón, nos presenta como conclusión, la cruda realidad de nuestra vida.
    Perfectamente adaptada la relación entre los legendarios rios Odrón y Ganges, traslada la historia de este santón a la Berrueza, para darnos el mensaje de humildad y serenidad, que no debemos abandonar en esta vida tan efímera.
    Gracias por el regalo que supone la historia contada por nuestro amigo, el profesor José Luis.

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