Inicia la N-135 su recorrido en la capital de Navarra, tomando la dirección nordeste atravesando varias poblaciones entre otras Zubiri, Erro, Espinal, Burguete, Roncesvalles, Valcarlos, finalizando, en la población fronteriza de Arnegui ( Francia ).
Un poco antes del kilómetro 25, subiendo el puerto de Erro, sale a mano izquierda un ramal, la NA-2532, que después de 4,7 kilómetros de recorrido nos acerca a Cilveti. Se presentan ahora dos opciones: iniciar la ascensión, dejando los vehículos aparcados a la entrada de la localidad; también podemos continuar por la pista asfaltada en dirección noreste, y después de travesar el municipio a unos 500 metros, encontraremos un lugar apropiado para aparcar los coches.
Lugar de salida para ascensión |
Desde este lugar iniciaremos la subida a las cimas previstas, una vez equipados convenientemente. Caminamos por la pista de hormigón que se inicia a la izquierda en dirección norte, tras un breve recorrido se convierte en pista normal con abundante material de desecho, utilizado para reforzarla, recuperado de la cercana escombrera de material de magnesita, situada en el lugar próximo de Zubiri.
Esta pista sigue el curso de un arroyo, que lleva un abundante caudal, merced a las incesantes lluvias de esta primavera. La pendiente moderada del camino, discurre por el interior de un hermoso bosque de hayas de elevado porte.
Ignoramos dos derivaciones de la pista que recorremos, que aparecen a nuestra izquierda en dirección noroeste. El camino que seguimos se va elevando paulatinamente en clara dirección noreste, hasta encontrar una nueva derivación de la pista general, por la que veníamos ascendiendo.
Esta derivación toma claramente la dirección oeste, con un inicio de pendiente acusada, y que nos introduce en un hermoso hayedo, que será por el que nos desplacemos en dirección a la cima de Zotalar o Zorotepo.
Subiendo por este camino con pendientes de elevación variable, nos encontraremos con una singular decoración que nos sorprendió agradablemente. Sobre las caras de los troncos de las hayas dentro del propio bosque, se ha pintado en blanco y negro, una imitación del cuadro " Guernica " del famoso pintor Pablo Picasso, cuyo original se encuentra en el Museo Reina Sofía de Madrid.
Representación del "Guernica" en el hayedo. Subida al Zotalar o Zorotepo. |
Para poder interpretar el motivo de esta simbólica representación en este lugar, necesitamos conocer la existencia de un conflicto establecido entre una parte bastante importante de la población de estos valles, en contra de la explotación prevista de un yacimiento de magnesita que se investiga en estos lugares. Otra parte de los vecinos de estos valles, están a favor de la explotación controlada de esta riqueza, con todas las garantías de seguridad y control del medio ambiente.
En el lugar donde esta situada la representación del "Guernica" hay amplia información sobre el colectivo Zilbeti-Bizirik en contra de lo posible explotación minera.
Las discrepancias entre los diversos colectivos de estos Valles, se presentó cuando la Empresa Magna ( Magnesitas de Zubiri ), instalada en el pueblo de Zubiri, planteó la necesidad de explotar un yacimiento de magnesitas descubierto en estos montes, al agotarse la cantera de este material, de la que actualmente extraen, situada en otra zona del Valle de Erro.
El cierre de la empresa Magna por falta de materia prima, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo, ha suscitado importantes discrepancias entre los habitantes de estos lugares.
La empresa Magna en su anunciado proyecto de explotación, certifica el respeto a la naturaleza en el futuro beneficio de este yacimiento, pero los colectivos ecologistas desconfían de las promesas empresariales. En la situación actual, el tiempo y negociación deberán decidir la solución de este conflicto.
Camino herboso en la última parte de la subida |
Nosotros abandonamos el lugar siguiendo con la ascensión, deseando una solución acertada para la resolución de esta controversia, que satisfaga a las dos partes en este controvertido asunto.
Después de una elevación constante con pendientes variables de la pista por la venimos subiendo, aparece un pequeño sendero herboso, que toma claramente dirección oeste, con acusada pendiente en algunos tramos. Ahora el camino es más estrecho y pronto nos vuelve a introducir en el interior del hayedo, con el suelo repleto de abundantes ramas desgajadas de los árboles, debido a los temporales de nieve del pasado invierno.
A partir de este momento, seguiremos con la ascensión entre hayas de hermoso porte, en donde encontraremos "carboneras", lugar previsto para la obtención decarbón vegetal en tiempos pasados, aprovechando los restos de las explotaciones madereras. No abandonamos la dirección que llevamos hasta alcanzar la parte alta de la loma.
En este punto tomaremos claramente la dirección norte y cresteando la loma entre el hayedo nos dirigiremos hacia la cima. Ahora aparece una alambrada, que la atravesaremos por un paso acondicionado.
Una vez al otro lado de la cerca, cogeremos cualquier camino que nos acerca a la primera cima, donde vemos un grupo de árboles secos. Continuando por la loma, a unos cien metros se abre un amplio claro, en donde abundan los helechos, todavía en crecimiento, pese a la iniciada estación veraniega.
Un poco más adelante en otro amplio claro se encuentra la cima de Zotalar o Zorotepo de 1262 metros de altitud. Un pequeño buzón, representado por un horno con un tamboril asador de castañas nos indica la situación de la cumbre.
Cima del Zotalar o Zorotepo ( 1260 metros ) |
En esta altitud rodeada de hayedos, no se dispone de ninguna vista panorámica de los Valles, que se encuentran a nuestros pies. No obstante el lugar para nosotros los amantes de las de las montañas, es precioso.
Después de alcanzar esta cima y realizar las correspondientes fotografías, al ser el lugar bastante desprotegido del frío cierzo, que nos acompañó en la ascensión, decidimos regresar por el camino de subida hasta alcanzar un lugar adecuado para tomar el acostumbrado almuerzo.
Localizado un abrigado lugar en el camino herboso de la subida, los amigos "matarrasa" disfrutamos de un frugal refrigerio, comentando las incidencias del ascenso y las posibles opciones del descenso.
Después de considerar todas las posibilidades que se nos ofrecían, al terminar de almorzar decidimos acercarnos a la próxima cima de Lizartxipi, antes de iniciar el descenso.
Localizado un abrigado lugar en el camino herboso de la subida, los amigos "matarrasa" disfrutamos de un frugal refrigerio, comentando las incidencias del ascenso y las posibles opciones del descenso.
Después de considerar todas las posibilidades que se nos ofrecían, al terminar de almorzar decidimos acercarnos a la próxima cima de Lizartxipi, antes de iniciar el descenso.
Para subir a esta nueva cima, retornamos a la pista principal de donde partía la senda herbosa de subida, tomando a continuación dirección este, y por un camino poco definido, iniciamos el nuevo ascenso. Este nuevo camino atraviesa un bosque continuo de hayas, va ascendiendo hacia una loma a la que nos dirigimos y que tenemos que superar. En la parte alta de ella encontramos un montón de piedras a modo de túmulo, que marcan la máxima altura de Lizartxipi ( 1129 metros ).
El lugar de esta cima presenta una reducida vista panorámica, solamente en dirección este, aparece frente a nosotros, la cercana cima del monte Adi ( 1458 metros de altitud ).
Después de ascender a Lizartxipi, iniciamos el camino de descenso hacia Cilveti.
En el descenso procuramos volver por la pista principal, tomando ahora claramente la dirección suroeste contraria a la de ascenso, y que a través de hermosos hayedos situados a ambos lados de la citada pista, nos acercará al lugar donde dejamos los vehículos.
En estas montañas, hay gran número de pistas que se dirigen a diferentes lugares, por lo que en días de condiciones climáticas adversas, hacen que los recorridos que tomemos nos puedan llevar a tomar direcciones incontroladas. Por lo que en estas circunstancias, es importante disponer de elementos técnicos, que nos faciliten la orientación.
Una vez en el lugar desde donde iniciamos el ascenso, después de cambiarnos de equipación, regresamos a nuestros domicilios en Pamplona con la satisfacción de haber disfrutado de unos ascensos muy agradables a estas cimas del Valle de Erro.
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