En este nuevo trabajo pretendemos, que se conozca lo que supuso para la juventud de Aoiz, el renacer del grupo de danzas en la década de los años 70. Para ello tenemos que enmarcar el renacimiento del grupo, en la propia sociedad de Aoiz y en su situación política, con un futuro que se abría para el resurgir de unas tradiciones sentidas, y que aquel grupo de jóvenes entusiastas del folclore de nuestra tierra, pretendían recuperar.
Componentes femeninas del grupo de danzas años 70 |
Realmente se podían realizar y también participar en unas actividades que nuestros padres y antecesores habían dejado de disfrutar, en los años más oscuros y negros del régimen dictatorial de la posguerra. El grupo de danzas ofrecía todo un ambiente cultural, humano y de relación, que podía ser la manera de encauzar nuevas ilusiones y compromisos. El umbral de la de la libertad apareció ante unos jóvenes, que podían compartir el trabajo o estudio diario con el desarrollo de unas actividades lúdicas, muy importantes en la vida social de la Villa.
La ampliación del grupo formado por los Reta, Beroiz, Mañú, Arruti, etc..., con cierta experiencia, se produjo en los años 70, siendo importante para la continuidad y consolidación del grupo masculino. En aquellas fechas, el grupo tenía un limitado repertorio y se comenzó a buscar ayuda para desarrollar el aprendizaje de nuevas danzas. Aparecen apellidos como Arizcuren, Laco, Otano, Irigoyen, Larrea, Dendarieta, Itoiz, Rípodas y otros que completan un grupo compacto, que desarrolla una gran actividad en la recuperación, no solamente de las danzas, también se confeccionan los trajes tradicionales y demás indumentaria del grupo
Se consiguió a través de gente extraordinaria que entonces integraba el Grupo Oberena, que luego fueron los fundadores del Grupo Ortzadar. Los Mikel Aramburu, Miguelo, Txomin, Josefo y Terentxo, no solo enseñaron como profesores de muchos de los bailes que hoy día practican y tienen en su repertorio el Grupo de Aoiz, también fueron amigos, compañeros y que fomentaron e introdujeron al grupo en el mundo de la danza en Navarra.
Les facilitaron salidas y sobre todo se creó en el grupo un gran arraigo y entusiasmo por las tradiciones y sus manifestaciones culturales, una de las cuales fue la danza. Así empezó una gran etapa, en la cual además del repertorio variado se comenzó a popularizar, la jota, las purrusaldas y otros bailes olvidados de épocas anteriores. El grupo se empezó a relacionar con grupos de toda Euskal Herría, con lo cual el círculo se amplió notablemente y se descubrió la necesidad de mantener y fomentar las tradiciones de los distintos pueblos y comarcas.
La fecha que marca "la puesta de largo" del grupo de danzas fue sin duda las fiestas de San Miguel del año 1975, donde se ofreció al pueblo de Aoiz, su primer festival. El el mismo se ofrecieron y escenificaron danzas de Vizcaya, Guipúzcoa, Alava, Navarra y la Baja Navarra, con una coreografía y vestuario dignos para la ocasión, lo que determinó un fuerte impulso en la trayectoria del grupo, y el inicio de un nuevo desarrollo artístico y organizativo. Es importante resaltar el trabajo de Joaquín Arruti en la dirección y coordinación del grupo en aquellos años.
Una vez asentado el grupo se comenzó a impulsar su actividad en los acontecimientos de Aoiz, como podían ser en primer lugar las fiestas patronales, y entre ellas las de San Isidro, en donde merced al empeño de los danzaris se recuperó la famosa "Jota del Chocolate", a la cual hicimos referencia en otro trabajo sobre estas "Fiestas Pequeñas". Se dio también un impulso a la celebración de la "Fiesta del Olentzero", con la participación del grupo da danzas dentro del ambiente navideño y reivindicativo, con que se realizaba en aquellos años.
El grupo comenzó a ser indispensable en las celebraciones conmemorativas de Aoiz, como podía ser el festival del día de San Miguel, con una brillante actuación después de la procesión y misa mayor,con la presencia de la mayor parte del pueblo en la plaza de Baja Navarra. También en las fiestas de San Isidro, y en otras celebraciones de carácter lúdico, que eran y son indispensables para el desarrollo cultural de nuestro pueblo.
También el grupo disfrutaba en salidas a otros pueblos y ciudades, esto hacía olvidar las penurias de los danzaris, que se daban por la ausencia de locales poco adecuados, por la precariedad del vestuario y un deficiente acompañamiento musical.
Todo esto y mucho más se superaba a base de un gran esfuerzo y ganas de soslayar las dificultades que se presentaban, y que crearon un sentimiento de orgullo de pertenecer al grupo cultural más antiguo de nuestro pueblo. Tal vez no hemos dado la importancia que a nivel cultural, artístico y social ha tenido para la Villa de Aoiz este magnífico grupo de danzas, que ha paseado el nombre de nuestro pueblo por muchos lugares con ilusión, y que les hace merecedores de nuestra admiración y respeto.
En el transcurso de los años 70 nos ha dejado también días de tristeza, que supuso el fallecimiento de personas como Joaquín Arruti, José Luis De Carlos y Mariví Itoiz, que fueron ejemplo de trabajo y entrega dentro del Grupo de Danzas de Aoiz, a ellos nuestro recuerdo y cariño. Continuaremos con la historia en otras comunicaciones posteriores.
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