Un tio abuelo suyo, rico y con poder, había fundado la Sociedad Bascongada de Amigos del País que tenía su sede en Vergara y fue allí donde Samaniego encontró cobijo para su pasar y quehacer literario.
La fábula de hoy es una historia que se repite a menudo. Me trae imágenes de políticos, expertos en economía y la feroz crisis económica.
EL ZAGAL Y LAS OVEJAS
Apacentando un Joven su ganado,
gritó desde la cima de un collado:
«¡Favor!, que viene el lobo, labradores».
Éstos, abandonando sus labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.
Vuelve a clamar, y temen la desgracia;
segunda vez los burla. ¡Linda gracia!
Pero ¿qué sucedió la vez tercera?
Que vino en realidad la hambrienta fiera.
Entonces el Zagal se desgañita,
y por más que patea, llora y grita,
no se mueve la gente escarmentada,
y el lobo le devora la manada.
¡Cuántas veces resulta de un engaño,
contra el engañador el mayor daño!
Parece mentira pero las fábulas de Samaniego, como bien comenta el profesor José Luis, nos presentan situaciones de la vida que se repiten a lo largo de nuestra historia.
ResponderEliminarNecesitamos que los dirigentes políticos actuales empleen, aunque sea un poco de su tiempo, en considerar sus enseñanzas.Todo un reto para ellos.