La obra del templo apuntaba maneras desde su inicio, pero durante generaciones, hemos asistido a un crecimiento lento, inexistente en algunos momentos. De esa manera, contemplábamos de forma escéptica su futuro, era la obra de nunca acabar, interminable, no lo verán nuestros hijos se decía. Hay que recordar el carácter de templo expiatorio, es decir, que se construye gracias a los donativos personales y cuya gestión está gobernada por una fundación eclesial tal como lo dejó organizado su creador y arquitecto Antoni Gaudí.
Dos factores han cambiado el pesimismo sobre su futuro: -el boom turístico de Barcelona, y -el avance tecnológico en la construcción. Ahora tenemos fecha de terminación, 2026, y queda lo más complejo de construir.
Hace pocos días me llegué Barcelona para ver el templo y mi sorpresa fue total. Sin duda, estamos ante el último gran templo espiritual de la historia moderna de la humanidad. En el futuro el hombre elegirá si sigue construyendo grandes templos de la fe. Yo me quedo con la fe de su arquitecto, Antoni Gaudí, que creyó en la posibilidad de crear espacios mágicos con piedra que sirvieran para elevar el alma del hombre a otros niveles espirituales.
No dejéis de visitarla si estáis en Barcelona, no dejéis de ir a Barcelona para verla. Si podéis, escoged un día soleado, pero sobre todo visitadla. La vida es demasiado breve como para perdérselo.
No dejéis de visitarla si estáis en Barcelona, no dejéis de ir a Barcelona para verla. Si podéis, escoged un día soleado, pero sobre todo visitadla. La vida es demasiado breve como para perdérselo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario