Hasta ahí, no deja de ser algo pintoresco dentro de la situación socio-económico-política en la que estamos inmersos. Pero, el puente de
Esa misma semana, de regreso a Reus, recibí un sobre con publicidad de la reproducción de libros antiguos, concretamente de una serie de copias, casi originales, de los Beatos. Se conocen como “Los Beatos” los manuscritos de los siglos X y XI donde se copia el Apocalipsis de San Juan y los comentarios sobre este texto redactados en el siglo VIII por el Beato de Liébana. Los manuscritos suelen estar ilustrados por los copistas de entonces, con fascinantes y sobrecogedoras miniaturas que reflejan el sentimiento milenarista de la época.
Un libro en especial atrajo mi curiosidad, el Beato de Girona, creado en el escriptorio del Monasterio de San Salvador de Tabara (Zamora), y que recoge una enorme cantidad de material iconográfico de una calidad excepcional. Una imagen con signos premonitorios del final de los tiempos me llamó la atención. La composición representaba un grupo de aves sobrevolando un cielo bajo el signo de una enorme cruz. El texto que acompaña la ilustración decía algo así como: “Apareció en el cielo una gran señal, una cruz con la luna a sus pies y debajo de ellas las aves carroñeras señalando las presas entre los moradores de la tierra”.
Después de todo lo pasado, tengo que reconocer que ando confuso y ensimismado. Sólo aplaca mi inquietud la confesión de lo que fui testigo aquel día en Pueyo y que se me ha convertido en una recurrente pesadilla.
¿Qué habrá de cierto en la profecía maya? ¿Qué hacía tanto buitre en Pueyo? ¿Serán signos proféticos que no queremos reconocer? La respuesta a estas y otras preguntas el 22, el día del sorteo de Navidad, "el Gordo".
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