El escenario estaba puesto, no podía estar mejor elegido. En frente Asarta, o mejor dicho, el monte de Asarta con el pueblo en su base. Un perfil de clásicos, un Apolo del paisaje. Había que darse prisa y no perder detalle, las nubes viraban de color rápidamente y todo se oscurecía por momentos. Era un "Bumpin' on sunset", un atardecer agitado, un ocaso movido. Y encima el maestro West estaba allí, con su guitarra... En pocos minutos el frío y la oscuridad me devolvió a la realidad.
Ahora me doy cuenta que el título puede resultar equívoco. Que nadie vea una alusión a una supuesta decadencia de Asarta. Recuerdo con cariño y emoción cómo Corito, orgullosa de sus orígenes, lo había proclamado a los cuatro vientos: - El pueblo más bonito de la Berrueza es Asarta porque le da el sol ande que sale. Y es verdad.
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