Gigantes txikis. Cascabobo y Mascarita Bailando en el acceso al Frontón Municipal |
El Cascabobo es un personaje que esconde el rostro tras un antifaz y una tela, viste calzón corto rayado de distintos colores y a juego con una camisa blusonada, en cuyo interior y ajustados a la cintura varias campanillas, que sonaban al menor movimiento. Calzaba alpargatas y medias atadas debajo de la rodilla. El gorro era una especie de cono y de este ttuntturro colgaban varias cintas del mismo color que el traje. En una mano llevaba un palo con una cuerda de la cual pendía una media o un calcetín lleno de trapos, a lo que denominaban bota. Con la bota golpeaban a quien se ponía a su alcance.
La Mascarita es otro personaje del carnaval, que luce falda con amplio vuelo y una chamba ajustada a la cintura, calzaban zapatos, iban con llamativo sombrero y un velo algo grueso que les cubría la cara. Unas Mascaritas señoreaban con un abanico y otras jugueteaban mojando por sorpresa con agua, a todo aquel que cruzaban en el paseo. Para ello se valían de un pequeño recipiente de goma oculto en la mano.
La construcción de la parte superior del cuerpo y los armazones la realizó Blas Subiza y su equipo de colaboradores. Las ropas y complementos lo prepararon el Grupo de Corte y Confección de Aoiz. En cuanto a las medidas de estos personajes le corresponden una altura de 2,4 metros y 15 kg de peso.
Las últimas incorporaciones a la comparsa tienen lugar en el año 2010. Se trata de una nueva pareja de gigantes txikis compuesta por el denominado Piquero y una Pelaire, dos de los oficios tradicionales de Aoiz. También a llegado un zaldiko a la comparsa.
Gigantes Txikis. Piquero y Pelaire Bailando en la Plaza de Baja Navarra |
En otras comunicaciones de este "blogger" hemos comentado ampliamente, la relación de la Villa de Aoiz con la industria de la madera. De los bosques del Irati, había que transportar la madera hasta el aserradero, situado en Ecay (Lónguida), a dos kilómetros de Aoiz. Sin vehículos motorizados, fue el río Irati la avenida por el que bajaban las maderas desde el Valle de Aézcoa. Se soltaban los troncos por el río y bajaban en lo que se denominó "pantanadas", que principalmente en el invierno y primavera se desplazaban por el cauce hasta llegar al aserradero.
Eran los "piqueros" los que posibilitaban que los troncos pudieran continuar su desplazamiento a lo largo del cauce del río, evitando que se quedaran atravesados o enganchados en la vegetación de sus orillas. Estos esforzados hombres, hiciera frío o calor, vivían prácticamente en el río, armados de una larga vara de madera con una especie de gancho en la punta, que se denominaba "pica", de ahí el nombre de Piquero. Este duro oficio lo realizaron esencialmente un grupo de trabajadores venidos de la región valenciana y que se asentaron en la Villa de Aoiz, formando familias con personas de origen agoisco. Hoy día, sus múltiples descendientes han arraigado en Aoiz, y en otros lugares de Navarra.
En cuanto a la figura del gigante txiki Pelaire, toma su denominación de un antiguo oficio que se desarrolló en Aoiz. Por este motivo no solo se han llamado "simples" por el sonido que anuncian las campanas de la Parroquia, el oficio de "pelaire" era el apelativo a personas que desarrollaban este oficio, muy extendido en la Villa.
Zaldiko "ozzaburu". Según Moret "cabeza fría". En la Plaza de Baja Navarra |
En cuanto al zaldiko de nombre "Ozzaburu", hace mención a un caballo que según documentos históricos, era propiedad del noble Fortún López. Este personaje a petición del rey de Navarra García "el de Nájera" le cambió el caballo por la propiedad del monasterio de San Salvador de Zalurribar en Aoiz, situado en las proximidades del puente de Bidelepu, en una estrecha finca de la orilla izquierda del río Irati.
Posteriormente Fortún López, con ocasión de la consagración de la Basílica de San Salvador de Leyre, el 27 de octubre de 1057, dona a Leyre el monasterio de San Salvador de Zalurribar.
Posteriormente Fortún López, con ocasión de la consagración de la Basílica de San Salvador de Leyre, el 27 de octubre de 1057, dona a Leyre el monasterio de San Salvador de Zalurribar.
Estos dos últimos gigantes txikis y el zaldiko han sido construidos en el año 2010 en el pueblo de Orrio (Valle de Ezcabarte) por Aitor Calleja y su equipo de colaboradores. Los gigantes txikis pesan cada uno 15 kg y tienen una altura de 2,4 metros.
Dejamos para una tercera comunicación, el comentario sobre los elementos fundamentales de la Comparsa como son los portadores de los gigantes y de la música de acompañamiento, txistularis y gaiteros.
Tanto el primer grupo de personas , como el segundo son esenciales para que el espectáculo se desarrolle en toda su magnitud.
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