miércoles, 23 de julio de 2014

LA VUELTA A LA BERRUEZA CON 12 GUITARRAS (X): STANLEY JORDAN EN SORLADA

Citar Sorlada en la Berrueza es como hacerlo también de San Gregorio, una basílica, un santuario que ha pasado momentos de mayor y menor esplendor, pero que mantiene esa referencia espiritual en el valle, en la comarca y en toda Navarra. Y es que el San Gregorio Ostiense de Sorlada protector de la buena salud agrícola ha trascendido lo local y se ha convertido en el icono sacro nacional con el que combatir las plagas y cualquier calamidad o azote que aflija los campos de cultivo. Vamos, todo un sistema de reconversión ecológica sostenible del biotopo, plaga que aparece, parásitos que desaparecen.



- Sorlada con San Gregorio en el alto -

En el 2008 votaron a San Gregorio como una de las 10 maravillas de Navarra. Bonito, singular y con personalidad, sí, pero no para estar en el top-ten. Afortunadamente hay muchísimas cosas más "marvillosas" que San Gregorio en Navarra, pero ya sabemos cómo funciona esta "democracia cibernética".

La poética popular nos recuerda la posición estratégica de San Gregorio con respecto a Sorlada: -"Si San Gregorio se cae, a Sorlada me la pilla". Pensar en Sorlada, es pensar en San Gregorio, allá en lo alto, donde hay que subir por los peldaños de una escalera que nos lleva directamente hasta el edén, al paraíso. Son apenas 20 minutos de plácido paseo y si se hace con música, tanto mejor. Para eso está
Stanley Jordan y su versión de Stairway to Heaven de los Led Zeppelin, un clásico del pop-rock de los 70, para acompañarnos en la subida a San Gregorio desde Sorlada.

Jordan es depositario de una técnica propia en el arte de extraer sonido de la guitarra. No pulsa, no rasga, golpea, presiona como si fuera un piano, y eso le permite una rapidez, enlazar unas escalas difíciles de crear con la técnica clásica, unas armonías que suenan a piano, así como tocar dos guitarras a la vez con dos manos. Es la técnica conocida como "tapping" (fingertapping o tap picking). Se ejecuta utilizando los dedos de la mano para presionar las cuerdas sobre el mástil del instrumento, haciendo sonar las notas.

¿Quién da mas?





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