domingo, 3 de febrero de 2013

ASCENSO A BORREGUIL O BELBÚN ( 1423 METROS ) LÍMITE DEL ALMIRADÍO DE NAVASCUÉS CON EL VALLE DEL RONCAL.

   La visita a esta montaña la teníamos pendiente en nuestro calendario desde hacía bastante tiempo, por lo que aprovechando la bonanza que la meteorología nos ofrecía, decidimos ir hacia ella el día 12 de Enero. Por la situación y altura de este monte teníamos que realizar la ascensión a Borreguil (1423 metros de altitud), enclavado en el prepirineo navarro, antes de la llegada de un anunciado temporal de nieves.
   El día elegido, nos dirigimos por la Autovía del Pirineo A-21 en dirección hacia la Comunidad de Aragón. Dejamos la Autovía en la salida 35 en dirección a los Valles de Roncal y Salazar, tomando la carretera NA-178 en dirección Lumbier-Navascués. Ya en este municipio, nos dirigimos hacia el Valle de Roncal por la carretera NA-214. La salida hacia el monte Borreguil, la vamos a realizar desde el alto del puerto de las Coronas (1168 metros), limite entre el Almiradío de Navascués y el Valle del Roncal.
Puerto de las Coronas (1168 metros de altitud).
Aparcamiento e inicio de la subida a Borreguil.

   Esta montaña también dominada Belbún, es la máxima altitud de la Sierra de Illón entre Almiradío de Navascués y el Valle del Roncal. Son también alturas importantes de esta sierra las cimas de Illón (1203 metros), y San Quirico (1172 metros), visitados en otra ocasión. La cumbre de este monte, también marca el límite de la Comunidad Foral de Navarra y la de Aragón. El vocablo "borreguil" es una voz jacetana que se usa para definir "montaña con laderas herbosas", que son precisamente las de la cara sur del monte, las que descienden hacia tierras aragonesas.
   La subida la iniciamos en el Puerto de las Coronas siguiendo la Cañada Real de los Roncaleses, en dirección este-noroeste por camino balizado. La subida inicial es una pendiente moderada hacia los llanos de Ollate (1130 metros).
   La ascensión es cómoda, por la amplia cañada, limite de los valles, lo que permite observar bellas imágenes de la cumbre rocosa donde se sitúa la ermita de la Virgen de la Peña. La subida es ahora más suave, a través de una amplia pista, pasando al lado de una finca con una bonita construcción rodeada de una reciente plantación de arbolado. A partir de este lugar, después de un trecho no muy largo atravesaremos una puerta, situada al lado de un denominado "paso canadiense".
Subiendo por la Cañada real de los Roncaleses.
Al fondo la cima donde esta situada la ermita de
la Virgen de la Peña.

   Continuando por la pista balizada que recorre ahora la base del monte Borreguil, llegamos al raso de Legaroz (1160 m.), hermoso prado que tiene  una cabaña, refugio para los pastores en caso de necesidad. Siguiendo por la senda balizada con una pendiente muy suave, en algunos tramos descendente, llegaremos al denominado collado de Ollate.
   Al llegar a las proximidades de este lugar, tenemos que abandonar la Cañada Real de los Roncaleses y tomar una senda que inicia ahora el ascenso con una mayor pendiente hacia Borreguil. La entrada a esta senda está marcada con un agrupamiento de piedras.
   Después de un corto recorrido atravesaremos una alambrada penetrando ahora en una zona boscosa, compuesta esencialmente por un pinar, y conforme asciende la empinada senda desaparecen los pinos, siendo sustituidos por un hermoso hayedo.
   El camino en su conjunto, esta muy señalizado, alternando cintas de colores, con manchas de pintura en los troncos de los árboles y montones de piedras (hitos), que hacen sencilla la identificación de la ruta.
   En esta época invernal en la que realizamos el ascenso, el perfil del camino de subida es notorio, ya que al estar las ramas de los árboles desprovistas de hojas, se pueden observar largos espacios de la ascensión.
Raso próximo a la cima rocosa del monte Borreguil.

   El mullido suelo de hojarasca hace agradable el recorrido del camino, que sigue desplazándose por el cordal de Borreguil, sin dirigirse hacia ambas laderas, para alcanzar la cima. Al final del bosque, llegaremos a una zona despejada próxima a la cima, seguimos por este raso y aparece pronto la cumbre rocosa recubierta de abundante vegetación de arbustos. Una pequeña subida sorteando los abundantes matorrales de boj nos coloca en la cima de Borreguil.
   Desde este lugar identificado por un pequeño buzón elevado sobre un soporte metálico, podemos observar una amplia panorámica. El día es gris y nuboso, pero nos permite contemplar, una buena parte del valle que recorre el río Esca, dirigiéndose hacia su final en el embalse de Yesa. Al fondo del valle aparece la población de Salvatierra de Esca, perteneciente a la comunidad aragonesa. La niebla nos impide contemplar los Pirineos que se intuyen en lontananza y desde donde nacen los fríos vientos del Norte que nos obligan a buscar refugio.
   Después de las acostumbradas fotografías, descendemos ligeramente para encontrar un lugar abrigado donde los amigos "matarrasa", tomamos el acostumbrado almuerzo, al tiempo que comentamos las incidencias del camino de ascenso hacia la cumbre.
   Al finalizar el almuerzo el amigo Fernando nos sorprende con el ofrecimiento de un vaso de te caliente, que ha transportado en un termo desde su casa, y que nos reconforta del frío ambiente del lugar en donde nos encontramos.
 Los amigos "matarrasa" visitando
el dolmen de Legaroz.
   Después del refrigerio iniciamos el descenso por el mismo camino de la subida. Al llegar al portillo de Ollate, antes de completar el descenso, realizamos una visita al dolmen de Legaroz, que está próximo al camino de regreso hacia el puerto de las Coronas.
   Este dolmen se encuentra al oeste del raso de su nombre, al norte del Borreguil a una altura de 1115 metros. Se compone de un túmulo de unos 10 metros de diámetro por 0,6 metros de alto, rodeado totalmente de matorral de boj. En su interior se encuentra parte de la cámara, de la que quedan dos losas de pie: una la más pequeña, que podría ser el lateral de la cámara y otra mayor, apoyada en aquella que pudiera ser la cubierta o el otro lateral. Su orientación es por ello muy difícil de determinar.
   Ubicados en los rasos de Legaroz y de Ollate podemos visitar otros dolmenes como el de Turendo, el de la Balsa del Portillo de Ollate, el dolmen del Puntallo de las Cabezas y el dolmen de Claverito. Situados estos monumentos megalíticos en lugares especiales, que componen estos hermosos y herbosos prados,  fueron con seguridad lugar de residencia y pastoreo de los hombres y mujeres del Cuaternario.
  Después de la visita a estos lugares, retomando la Cañada de los Roncaleses en dirección opuesta al camino de ascenso, retornamos al lugar de partida en el alto de las Coronas, y de este lugar a nuestra residencia en Pamplona-Iruña.
   Recomendamos este bonito recorrido para cuantos deseen conocer una parte de los caminos de la trashumancia de los rebaños de ganado, en sus desplazamientos en busca de los pastos de temporada, desde la Montaña a la Ribera en invierno y en dirección opuesta en verano.

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