domingo, 6 de mayo de 2012

NUESTRA VISITA A LA VALDORBA. ORISOAIN. SAN PELAYO. AMATRIAIN Y RETORNO.

   La temporada de lluvias continuas durante el mes de abril, sobre todo en  la parte norte de Navarra, determinó que eligiéramos la zona de la Valdorba para realizar nuestra salida a la montaña., que presentaba un pronóstico del tiempo más estable en cuanto a precipitaciones.
   Para llegar al inicio del recorrido elegido Orisoain (Valdorba) desde Pamplona, tomaremos la carretera NA-121 hacia Tafalla o bien la Autovía AP-15, con salida marcada como Puente la Reina. Poco antes de Pueyo, tenemos el cruce en la localidad de Garinoain, atravesamos el pueblo y seguimos por la NA-5100 en dirección a Leoz. Pasaremos por delante de la hermosa ermita románica de Catalain y un trecho más adelante aparece un desvío a la derecha, que por la NA-5152 nos sitúa en el municipio de Orisoain (582 m. de altitud). A la entrada del pueblo hay un lugar adecuado para aparcar y equiparnos para iniciar el recorrido, también encontraremos un panel indicativo sobre el itinerario a seguir.
   Subimos por las vistosas calles del pueblo y a través de una de ellas denominada Tolar, llegaremos hasta las afueras del municipio, y posteriormente a un cruce de caminos,con derivación hacia el lugar de Amatriain. A mano izquierda un panel con indicación de sendero local nos lleva a bajar por una pista asfaltada y atravesar una regata a la altura de una granja.
Municipio de Orisoain ( Valdorba )

   A partir de este lugar empieza la subida, que alterna tramos de suave pendiente con otros de mayor porcentaje de desnivel, hasta llegar a la cima de la montaña.
   Transitamos por el camino llamado de la "Fuentica",eligiendo más adelante en un cruce la alternativa San Pelayo, perfectamente indicada, tanto en postes de madera propios del valle, como en señalización a través de marcas verdes y blancas. Durante la subida predomina el monte bajo con presencia notable de enebros, mezclados con una buena presencia de quejigos y carrascas. Llegando a la parte más elevada del recorrido desaparecerá la vegetación descrita y aparecerán unos hermosos pinares, en un terreno perfectamente desbrozado, y con los ejemplares de pino podados hasta una altura aproximada de dos metros, para evitar la propagación del fuego en caso de incendio.
   Conforme nos elevamos podemos apreciar a nuestra izquierda la Sierra de Alaiz, y la silueta muy destacada de la Peña de Unzué. Hacia atrás, contemplamos gran parte de la Valdorba, con vistas muy bonitas de estos parajes. El camino por el que nos desplazamos es amplio, bien pavimentado, y con la posibilidad de utilizar pequeños atajos, que pueden ser una variable en la ascensión.
   Termina el camino a través del pinar en un rellano, en donde sitúa la cima de San Pelayo y en ella la coqueta ermita del mismo nombre. Detrás de esta, y después de un ligero descenso encontraremos el buzón metálico con indicación de la altitud de esta montaña. El espacio donde se sitúa la ermita es la muga de tres pueblos, (Orisoain, Amatriain, Artariain) está limpia y bien cuidada en consonancia con el propio edificio, que según nos informaron, ha sido rehabilitado recientemente por los vecinos de los pueblos mencionados.
   Al lado de la ermita se eleva una especie de pilar de hormigón de unos 4 metros provisto de una escalera con peldaños para subir a su remate, y que alberga una señal geodésica. Es un buen lugar con excelente visibilidad, en donde en días despejados, podemos disfrutar de vistas de los Pirineos y de los montes más emblemáticos del contorno. Al pie de esta construcción una placa señala la altura de 963 metros.
Remozada ermita de San Pelayo
Elevación del Vértice Geodésico 

   En las proximidades de este lugar apacible y lleno de encanto, nos acomodamos y disfrutamos de un modesto almuerzo los amigos "matarrasa" comentando las incidencias del recorrido y las opciones para el regreso a Orisoain.
   Elegimos la bajada hasta el lugar de Amatriain, y desde este municipio, volver al punto de partida donde teníamos los vehículos.
   Retomamos el camino principal al lado de la ermita para seguirlo en dirección al cordal en bajada, por un camino ancho y de buen pavimento durante unos centenares de metros. Encontraremos un cartel de madera que nos indicará la bajada hacia Amatriain por el mismo sendero señalizado que llevamos desde el inicio de la ascensión. La bajada es directa hacia el sur, al principio por un pequeño sendero que ataja la pista, luego se ensancha y discurre próximo a una alambrada, que nos acompañará un buen rato. Los desniveles del camino son moderados, disfrutando en estos lugares de una gran variedad de vegetación del clima meridional de esta parte del monte San Pelayo. Llegando a la parte baja, aparecen campos de cereal en pleno desarrollo, motivado por las copiosas lluvias de abril, de un hermoso color verde de diferentes tonalidades.
   Poco apoco el camino gira al suroeste, tras pasar por el cauce de un pequeño arroyo y desplazarnos por nuevos caminos de concentración parcelaria bien conservados, nos acercamos al lugar de Amatriain. En la última parte del recorrido utilizamos un sendero local que acaba en una plaza junto a la iglesia.

Municipio de Amatriain
Iglesia de San Esteban
    Llegados al lugar, una persona muy amable y que realizaba labores de limpieza en la iglesia nos invitó a visitarla,  accedimos gustosamente. Dedicada a San Esteban, este recinto religioso corresponde a un estilo tardorromano del siglo XII, con nave de seis tramos terminado en cabecera recta, y una capilla en el lado del Evangelio, a la que se accede por el medio de la nave, a través de un arco de medio punto rebajado. Las  cubiertas del recinto son de fecha posterior. En el exterior se pueden apreciar los muros de sillarejo, con sillares en las esquinas, sistema también aplicado en la parte baja de la torre, pues la parte superior fue rehecha en el siglo XVII. El pórtico existente en la entrada de la iglesia es de construcción posterior.
     Después de la visita y agradeciendo al vecino del lugar  su delicadeza, tomamos el camino marcado con señales, denominado camino de Orisoain, que atraviesa amplios campos de cereal, acercándonos posteriormente al denominado "Balcón de Orisoain". Desde aquí aparece una amplia panorámica de este municipio y de sus alrededores. Descendemos y nos dirigimos hasta el lugar desde iniciamos la partida.
   Una vez en Orisoain, aconsejados por personas del lugar, visitamos las cuidadas y hermosas casas solariegas así como calles y plazas que componen una conseguida urbanización. Una impresionante y bella iglesia completa el conjunto de edificios emblemáticos de este lugar.
Municipio de Orisoain
Iglesia de San Martín de Tours

   La iglesia parroquial de Orisoain con advocación a San Martín de Tours es un bello ejemplo del románico rural del siglo XII. Su estilo al igual que otras de la Valdorba (Echano, Olleta), llevan la marca de la escuela del Taller de Bearn, sur de Francia, y consta de un cuerpo rectangular de tres tramos con cubierta de medio cañón apuntado sobre arcos fajones dobles. Estos descansan en pilares con columnas adosadas decoradas con hermosos capiteles con vegetales, de entre los que surgen figuras humanas y alguno figurativo, más tosco, con centauros enfrentados, disparando sus flechas a águilas que tienen posadas en el lomo.También jinetes sobre lo que parecen leones y caballeros con rodales.
   El ábside semicircular con bóveda de horno. debajo de ella hay una pequeña cripta construida al parecer con bastante anterioridad al edificio superior. Tiene una hermosa portada en el lado de la Epístola (lamentablemente la calidad de la piedra es mala y su escultura está muy deteriodada).
   Los motivos esculpidos en capiteles y canecillos son de factura tosca, pero rica en figuración, encontrando entre otros, el toro, la anfisbena, el euroboro de dos serpientes, leones sagitarios, el contorsionista,el borrachín. La torre a los pies se levantó en el siglo XV y las capillas laterales que forman el pequeño crucero completaron el monumento posteriormente.
   Terminada la visita regresamos a Pamplona después de haber disfrutado de las bellezas y singularidades de la Valdorba.

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