miércoles, 11 de enero de 2012

FAMILIA, HERENCIA Y GENES (IV): ¿CÓMO SOMOS DE PARECIDOS LOS PRIMOS DE NUESTRA GENERACIÓN?

  •  Y nosotros, los Pater ¿cómo somos de parecidos?, ¿qué proporción de genes compartimos entre los primos de nuestra generación?

En la actualidad se conoce la secuencia de las 3.272 millones de unidades o pares de bases de los DNA de los cromosomas humanos, así como unas 18 millones de variantes encontradas en distintas posiciones. Esto significa que los seres humanos, aunque nos parecemos en lo fundamental y tenemos un origen común, somos todos diferentes en mayor o menor medida en la secuencia del DNA de nuestros cromosomas.

Los seres humanos diferimos en un 0,5% de nuestro genoma, lo que significa que, de promedio, cada 200 pares de bases hay una diferencia entre dos personas. Cuanto más emparentadas sean dos personas, más parecidas serán en su genoma, menos diferencias habrá y tendremos que recorrer más pares de bases para encontrar diferencias. En el caso de nuestra condición de primos eso ocurriría cada 2.000 pares de bases, aproximadamente.

De modo general los primos hermanos compartimos 1/8 de nuestros cromosomas y de nuestros genes. Es decir, que si tuviéramos unos 24.000 genes cerca de 3.000 serían idénticos en función de nuestros antecesores comunes definidos, como son Juan y Florencia.

Me atrevo a calcular que de aquellas cosas determinadas genéticamente, podríamos ser idénticos, o muy parecidos, para lo bueno y para lo malo, en un 12,5% de nuestros caracteres biológicos. Luego, a pesar de utilizar una buena cantidad de genes comunes e idénticos, la realidad es bastante diferente y acostumbramos a ser más diversos por razones de la presencia de otros genes y de la diferente historia de cada uno.

En nuestra generación de primos se da el caso de primos dobles, familias de 2 hermanos casados con 2 hermanas (Paternáin/Plaza; Paternáin/Suberviola). En este caso los primos dobles respectivos tiene un mayor grado de parentesco y comparten el doble número de genes, unos 6.000 (una cuarta parte). Estos casos serán, por lo tanto, más parecidos entre sí en orden biológico, aunque la herencia Paternáin y Urdangarin recibida de Juan y Florencia sea la misma para todos.


  •  Y  los Pater de diferentes ramas familiares ¿cómo somos de parecidos? ¿qué proporción de genes compartimos?

En cuanto a los Pater no emparentados oficialmente no cabe duda de que tenemos más o menos cerca ancestros comunes, es decir, tenemos un cierto grado de consanguineidad superior al de la población en general y, por lo tanto, compartimos muchos fragmentos de cromosomas que se transmiten a través de la rocambolesca recombinación y diseño continuo de los cromosomas que se ha explicado anteriormente, lo que técnicamente se denominan haplotipos, es decir, fragmentos de cromosoma (de ADN) que se transmiten de manera conjunta, tanto secuencias como genes. En este sentido tenemos bastantes números de que si hemos heredado ciertos genes maestros, los que gobiernan la regulación de otros genes en el desarrollo, tengamos biotipos y rasgos parecidos, vamos, lo que se dice “el aire de la familia”.

De cualquier modo y haciendo números podemos calcular que nuestra semejanza se reduce ½ cada generación a partir de nuestro ancestro común. Eso significa que si comparamos nuestros árboles genealógicos de familia Paternáin y encontramos el nodo común, el ancestro Pater común a ambas ramas de familia, podemos hacer un sencillo cálculo de las probabilidades de compartir nuestro material genético.

Supongamos que han transcurrido 10 generaciones hasta encontrar nuestro ancestro común (aproximadamente 2 siglos) y que cada generación ha transmitido a la siguiente la mitad de sus genes, eso permite calcular que al cabo de las 10 generaciones  compartiremos nuestro material genético en 0,510 = 0,00097, es decir, aproximadamente 1 gen de cada 1000 por herencia de un ancestro común. Muy poco ¿verdad?, la herencia biológica se diluye casi tan rápidamente como la patrimonial. La vida introduce varibilidad en cada generación, esa es la clave de su éxito. De los 24.000 supuestos genes compartiríamos por herencia Pater poco más de 20.

De todos modos los varones Pater de primer apellido tenemos más genes en común debido a que con muy pocos cambios compartimos el cromosoma Y heredado directamente del padre. Ya dijimos que biológicamente, a parte del sexo, sirve para poca cosa, pero son cerca de unos 100 genes que los Pater varones (no me equivoco es con “v”) compartimos como herederos del primer fundador de la saga registrado, Francés Paternayn, muerto en 1597, 12 generaciones por delante de la nuestra.

 
Esta es la última entrada de una serie que lleva por título "FAMILIA, HERENCIA Y GENES"  y que ha pretendido reflexionar sobre los nexos biológicos de cromosomas y genes que unen a los Pater de Mendaza como en cualquier otra familia que contempla sus orígenes y su arbol genealógico. Para visitar el resto de entradas:


2 comentarios:

  1. Este documentado estudio realizado por el profesor José Luis es magnífico, y para los poco versados en la materia como mi persona, nos proporciona unas buenas clases sobre genética, que son de agradecer.
    Y aunque nos demuestra el profesor, que entre nosotros los descendientes de Francés Paternayn poseemos pocos genes en común, a mi entender este lugar "de los Pater, Mendaza y otras hierbas" que visitamos con asiduidad, nos ha creado unos lazos de amistad que hoy día después de 12 generaciones, debemos mantener y a ser posible fomentar.

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  2. Dices bien Josetxo, hay lazos de amistad, de relación que, como la amistad, se van creando con el roce y con la historia y yo mismo dudo de los datos aportados por "profesor José Luis", creo que hay más biología en común que lo que él predica. La ciencia siempre te hace sentir que desconoces más de lo que presumes conocer. Estoy contigo Josetxo que hay que mantener y fomentar la relación humana en general y si es el ámbito de la familia, de los que son más iguales a ti, con más motivo. Lo seguiremos intentando.

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