Más de 10.000 hombres ocupaban sus posiciones en el valle ateridos de frío, malnutridos y sobrecogidos por el pánico que precede el comienzo de la batalla. Y así durante horas, esperando la llegada del enemigo, y éste no aparecía. La ansiedad acabó con ellos.
- Combates cuerpo a cuerpo en las inmediaciones de Mendaza - |
Era la una de la tarde cuando empezaron a verse las primeras tropas isabelinas. Luego, vino el despliegue de las tropas y hacía las cuatro de la tarde comenzaron a oírse los primeros ruidos de la artillería. Una hora más tarde el día oscurecía y se hacía de noche. Todo era confusión y drama, como en todas las guerras. Los carlistas huían como podían víctimas de su inferioridad y despropósitos tácticos. Mendaza se acostó con el ejército contrario al que convivió la noche anterior.
La historia había escogido un 12 de diciembre de 1834 a Mendaza y La Berrueza como escenarios donde la guerra fraticida acabó con la vida de casi 1000 hombres y otros tantos heridos en escasas horas. Todo un drama humano.
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