Se trata de unos versos de Lope de Vega musicados y cantados por Imanol, el cantante vasco, que los utilizó para denunciar su condición de exilado a la fuerza de su querida Euskalerria. Los versos parecen hechos a medida. La música es de cantautor de los de antes (años 70), la podría haber compuesto Labordeta, por ejemplo. Imanol era más fino en el estilo y su voz resultaba agradable y comunicadora. Los versos son densos y hay que masticarlos poco a poco porque dicen mucho en poco y muy bien. Una canción para escuchar y repetir varias veces. Simplemente es tan bella como la tristeza y el "saudade" que pretende transmitir.
Ir y quedar, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;
arder como la vela y consumirse
haciendo torres sobre la tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
haciendo torres sobre la tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada, sobre la fe, paciencia,
pedir prestada, sobre la fe, paciencia,
creer sospechas o negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia.
es lo que llaman en el mundo ausencia.
fuego en el alma y en la vida infierno,
y lo que es temporal llaman eterno,
es lo que llaman en el mundo ausencia.
Acertada aportación José Luis. Es una hermosa melodía, la escucho con asiduidad.No la conocía.
ResponderEliminarDebiera ocupar un lugar importante en nuestra especial "Lista de éxitos".
Exquisita la comunicación, profesor.
Imanol, mi querido Imanol. No puedo evitar el que la tristeza y también la emoción me invadan cada vez que escucho esta canción.
ResponderEliminarEl dia en que me muera, quiero que suene esta canción.
Una abrazo a todos los que haceis que la cosas y las personas que valen la pena no se olviden.
Maria José Valdemoro