lunes, 18 de noviembre de 2013

POTASAS DE NAVARRA. EL GRISÚ EN LOS YACIMIENTOS SALINOS. SISTEMAS DE PROTECCIÓN. EL CONCEPTO DE ANTIDEFLAGRANCIA. (PRIMERA PARTE).

   Los últimos acontecimientos sucedidos en la minería del carbón, en el Pozo Emilio del Valle, propiedad de la Hullera Vasco-Leonesa en la localidad de Santa Lucia perteneciente al municipio leonés de Pola de Gordón, nos ha hecho recordar a otros antiguos trabajadores mineros otros accidentes de similar naturaleza,  ocurridos en la explotación del yacimiento de Nuestra Señora del Perdón, que años pasados realizaron  Potasas de Navarra y posteriormente Potasas de Subiza.
   En el reciente libro publicado por José Luis Diaz Monreal sobre las "Huelgas de Potasas", hace referencia a una catástrofe que se produjo el día 28 de febrero del año 1963, en la perforación del Pozo de Esparza de Galar. La explosión de gas alcanzó a un grupo de trabajadores de una subcontrata de Potasas de Navarra, Obras Subterráneas, que estaba realizando una galería que luego se convertiría en uno de los Planos Inclinados de entrada a las explotaciones de este Pozo de Esparza. Murieron siete trabajadores y otros cinco resultaron heridos de diversa gravedad.
   Otro grave accidente se produjo el 3 de marzo de 1975 en el Pozo de Undiano, en trabajos que también realizaba la empresa Obras Subterráneas, para Potasas de Navarra. En la explosión de gas murieron otros seis trabajadores.
Instalaciones del Pozo de Esparza.
Planos Inclinados, Molienda, Oficinas, Taller y Hangar.
   Parece inexplicable, que en una mina salina pueda producirse una explosión de gas metano, el peligroso Grisú, que estamos informados se producen en las explotaciones de carbón.
   La explicación es sencilla, el metano se produce en la descomposición de elementos orgánicos, por putrefacción anaeróbica de las plantas o animales.
   En las minas de carbón, la transformación de los grandes bosques en las capas de carbón se produce el temido Grisú, que se almacena en bolsas dentro de la masa que constituye el filón carbonífero.
   En las minas salinas y potásicas, debemos saber que en los depósitos de agua de mar incluían masas vegetales y animales, que al descomponerse en ausencia de aire, también producen metano, que se almacena dentro de las propias capas del sal o de minerales de potasa.
   Por este motivo, en las explotaciones de potasa de tipo evaporítico, hay que tener presente la posible existencia del temido Grisú. Esta circunstancia determinó, que desde el inicio de las explotaciones, sobre todo como consecuencia del accidente del año 1963,con el fatal desenlace de muertos y heridos por la explosión de gas, se implantara la exigencia de utilizar materiales que tuvieran la protección adecuada, en caso de salida de gases en las explotaciones. Se estableció la prohibición de entrada en el interior de la mina, elementos capaces de producir fuegos, e incluso se extendió a los propios dispositivos de producirlo.
   Otro factor que motivó el empleo de protecciones especiales, fue la utilización en las labores mineras de maquinaria alimentada por corriente eléctrica. También la iluminación individual de los mineros, era mediante lámparas eléctricas alimentadas por baterías de acumuladores, que necesitaban la protección adecuada.
   El empleo de equipos eléctricos fue necesario, ya que se necesitaba la energía capaz de mover la pesada maquinaria empleada en el arranque y transporte de los materiales obtenidos en el laboreo de la explotación.
Diversos métodos de protección.
Utilizados en los equipos eléctricos en minería.
   La peligrosidad de encontrar bolsas de gas metano en las explotaciones de Potasas de Navarra, estuvo siempre presente en la adecuación de las zonas de trabajo para evitar concentraciones peligrosas. Para ello era esencial la presencia de una buena y adecuada ventilación en las explotaciones y en las zonas de "fondos de saco", que tenían como principal utilidad el aporte de oxigeno, que evitara la concentración de metano y otros gases.
   Los índices entre un 5% y 15% de metano (CH4) determinan, una atmósfera explosiva.
   Por debajo del 5%, el metano arde.
   Por encima del 15%, no explosiona, ni arde, por falta de oxígeno, pero provoca asfixia.
   Entre el 8,3% y 9,5%, tiene su máxima peligrosidad.
   El límite para el uso eléctrico es del 1,5%
   El empleo de material eléctrico en presencia  de una atmósfera potencialmente explosiva, puede dar lugar a una explosión. La causa puede ser por calentamiento de la superficie, o puntos del interior de los equipos. También se puede originar con la aparición de arcos o chispas, en la apertura y cierre de los circuitos eléctricos.
   Para evitar estos inconvenientes, los aparatos instalados en atmósferas potencialmente explosivas, deben estar contenidos, según determinadas técnicas, que impidan estas circunstancias. Estas técnicas se denominan "Modos o métodos de protección".
   Cuando se habla de instalaciones donde la presencia de materiales con características inflamables da lugar a un riesgo de explosión, una de las formas de evitar que se pueda provocar la combustión de la mezcla, es la utilización de equipos adecuados al riesgo de la zona clasificada.
Equipo eléctrico de alimentación a una maquina.
 Modo de protección antideflagrante para zona clasificada.
   Esta utilización de equipos afecta tanto a los elementos eléctricos, como a los no eléctricos, puesto que estos últimos, en caso de mal funcionamiento de los mismos, pueden liberar la energía suficiente como para provocar la inflamación de la mezcla de gas presente en un determinado ambiente.
   A continuación señalamos los "Modos de Protección", empleados en ambientes potencialmente explosivos, son los siguientes:
1. Envolventes antideflagrantes, con el signo de identificación, "d".
2. Seguridad aumentada, "e".
3. Seguridad intrínseca, "i".  4. Encapsulado,"m".   5. Inmersión en aceite, "o".  6. Sobrepresión interna, "p".  7. Relleno pulverulento, "q". 8. Antichispas, "n".
9. Respiración restringida, "r"  10. Sellado hermético, "h".  11. Protección especial, "s".
   De entre ellos los más utilizados son los cuatro primeros, de los cuales daremos una somera explicación de las características que proporciona su utilización en atmósferas potencialmente explosivas.
    Protección por envoltura antideflagrante.  El concepto de deflagración, es una combustión súbita con llama a baja velocidad de propagación sin explosión. Se suele asociar erróneamente, con las explosiones, usándose a menudo como sinónimo. En una deflagración, el frente de llama avanza por fenómenos de difusión térmica. Por el contrario, en una detonación, la combustión está asociada a una onda de choque que avanza a velocidad superior a la del sonido.
   Una envoltura antideflagrante, es un modo de protección, en el cual la dicha envoltura resistirá una explosión interna de una mezcla inflamable, que haya penetrado en el interior a través de cualquier junta o abertura, sin sufrir daños y sin causar igniciones de una atmósfera de gases explosivos, para la cual fue diseñada.
Transformador de Potencia utilizado en minería.
Modo de protección antideflagrante.
   Este modo de protección se utilizó preferentemente en todos los compartimentos que contenían aparellaje eléctrico para alimentación de equipos y maquinas, que se utilizaron por las dos empresas, Potasas de Navarra y Potasas de Subiza.
   El empleo de maquinaria de gran potencia utilizada en el arranque de minerales, su transporte al exterior, el transporte de personal al interior de los pozos, la entrada de materiales, tanto para el sostenimiento de los tajos de explotación como para la reparación  de la maquinaria, determinó el empleo de una potente red de alimentación eléctrica por parte de las empresas citadas.
   Fue también necesario disponer de un importante sistema de ventilación, en las galerías generales, en las zonas de arranque y transporte, y en particular en las labores de investigación y preparación de nuevas explotaciones, en donde los "fondos de saco" eran muchas veces lugares en los cuales era posible la concentración de gases peligrosos, como el metano.
   Todos los sistemas descritos emplearon equipos eléctricos con modos de protección por envoltura antideflagrante.
   Las envolturas antideflagrantes son de especiales características de construcción: fabricadas en acero forjado, son de gruesas paredes, con longitudes de juntas importantes en cada compartimento, puertas y tapas de cierre, con intersticios característicos, empleo de sistemas de apertura rápida en algunos de dichos compartimentos, y en otros empleando para el cierre, tornillería especial.
   Tienen sistemas de enclavamiento para evitar la apertura de espacios con tensión eléctrica, y en general poseen ciertas características que determinan este modo de protección.
 Motores eléctricos utilizados en maquinaria de mina
Modo de protección por envoltura antideflagrante.
   El desplazamiento de la aparamenta eléctrica con este modo de protección, requiere especial atención, ya que estos equipos, cofres,armarios, celdas, transformadores, controles de aislamiento, tienen un volumen y peso apreciables, que dificultan su traslado. De igual manera los motores y compartimentos de maquinaria que disponen de protección antideflagrante, al tener el mismo sistema de construcción, tienen volumen y peso considerables.
   Todas estas características propias de este modo de protección son necesarias para que la envoltura resista una explosión interna de una mezcla inflamable, que ha penetrado en su interior a través de los intersticios o en la apertura de puertas de los compartimentos, sin sufrir daños y sin causar la ignición de una atmósfera de gases explosiva.
   En una próxima comunicación continuaremos desarrollando los modos de protección en minas clasificadas, como fueron los empleados en Potasas de Navarra, y posteriormente en Potasas de Subiza.
   Unos muy importantes: el utilizado en los equipos individuales de iluminación individual, el otro, los aparatos utilizados para la detección y control de los gases en el interior del yacimiento del Perdón.

 

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