viernes, 20 de septiembre de 2013

RECORRIDO POR LOS MONTES SAN JOAQUÍN Y SAN LORENZO, LOS LUGARES DE OLABERRI Y ERDOZAÍN Y LA ERMITA DE SAN JUAN.

   Se inicia este interesante recorrido, desde la parte alta de la Villa de Aoiz y tiene la finalidad de visitar ciertos lugares próximos a la citada Villa, de gran interés y arraigo para los agoiscos.
   Inicialmente y después de atravesar la pasarela por encima de la carretera que se encamina hacia la presa del Embalse de Itoiz, aparece un amplio camino que se dirige hacia una elevación próxima, conocida por los lugareños como monte San Joaquín, ya que según noticias antiguas, albergaba una ermita dedicada a este santo.
   El amplio camino, toma una pendiente acusada, que rápidamente nos sitúa sobre un terreno baldío, en el que solamente el matorral tiene importancia, a nuestros pies aparecen las urbanizaciones de la Villa. Posteriormente el camino siempre en ascenso, nos introduce en un pinar de repoblación de escaso porte, debido a la pobreza del terreno que retarda su crecimiento.
Vista de la Villa de Aoiz.
Desde el monte San Joaquín
Vista de la Villa de Aoiz
Desde el monte San Joaquín
   Volviendo la vista hacia atrás, la Villa de Aoiz aparece en toda su extensión, en la cual se distingue claramente su parte antigua con la Iglesia, como referencia inequívoca de su importancia como edificio de culto religioso.
   También podemos contemplar los amplios complejos de viviendas unifamiliares que rodean al casco antiguo, como referencia de la ampliación y crecimiento de esta Villa en años anteriores, hoy muchos de ellos no habitados, debido a la crisis y estancamiento de la economía de esta zona. Se distingue perfectamente también el polígono industrial, en su día floreciente con un numeroso grupo de empresas en funcionamiento, y en la actualidad con varias de ellas en crisis o cerradas.
   Después de este paréntesis, continuando con el ascenso llegamos a un altozano sobre el cual se cree estaba situada la ermita de San Joaquín. En este lugar el camino pierde pendiente, y siguiendo en dirección noreste, se dirige hacia el monte San Lorenzo.
Vista del embalse de Itoiz
Desde el monte San Lorenzo
   El camino después de atravesar una pequeña hondonada, vuelve a tomar una acusada pendiente, para llegar a un pequeño collado, abierto a la otra vertiente, en donde esta situada una construcción de madera, utilizada para el control de las aves migratorias. Desde sus estrechas ventanas, se puede observar un amplio panorama que facilita la visibilidad de lugares como el embalse de Itoiz, con el inicio de los valles de Arce y Aézcoa, regados por los ríos Urrobi e Irati respectivamente, y que en la actualidad vierten sus aguas en el citado pantano.
   La vista es hermosa desde este privilegiado lugar, en donde además del referido edificio, se sitúa un pilote de madera, en donde se inscribe en euskera y castellano la designación del lugar, monte San Lorenzo. Podría tener relación con una nueva ermita dedicada a este santo de referencia.      En textos históricos de la Villa de Aoiz se hace referencia a esta y otras ermitas ubicadas en los términos de nuestra villa.
   Llegados a este lugar, y siguiendo por un marcado camino, atravesamos un nuevo pinar de repoblación. El citado camino se eleva por el cordal de este monte, siempre en dirección noreste hasta que aparecen ante nosotros puestos de caza, que se utilizan preferentemente en época otoñal, temporada de la "pasa de palomas".
   Estos puestos situados sobre importantes estructuras metálicas que se elevan sobre los pinares, desafían el equilibrio, para lograr ventajosos lugares, desde donde poder abatir las citadas aves migratorias.
Municipio de Olaberri
Valle de Lónguida.
   Pasamos ante varios de estos puestos de caza que están situados sobre el cordal, siguiendo la elevación del monte. Las vistas a los dos valles son interesantes, sobre todo la que aparece a nuestros pies del embalse de Itoiz.
   Seguimos el recorrido, ahora el amplio camino por el que nos desplazábamos se convierte en  senda estrecha y sinuosa, que abandona momentáneamente el pinar y discurre por suelo pedregoso, que alterna con zonas de abundante matorral de boj y carrasca. Posteriormente llegaremos a otro pinar, para después de atravesar una alambrada, por un paso habilitado, introducirnos en términos que corresponden a los municipios de Erdozáin y Olaberri, del Valle de Lónguida.
   El camino estrecho por el cordal  que limita este valle con el de Arce, nos lleva a un nuevo grupos de puestos de caza de "palomas de pasa". Al igual que las anteriores, son estructuras metálicas en las que se sitúan plataformas por encima de las copas de los pinos. Siguiendo la sinuosa senda, aparece ante nosotros una construcción de madera, que utilizan los cazadores como lugar de refugio y donde también reponen fuerzas, en animados almuerzos.
Municipio de Olaberri. Iglesia Parroquial en ruinas.
Valle de Lónguida.
   Aprovechando el lugar, los "matarrasa", hacemos una parada para tomar el acostumbrado refrigerio, en donde comentamos las incidencias del camino recorrido desde la salida de Aoiz. También se plantean  posibles alternativas para completar la jornada y el posterior retorno, al lugar desde donde iniciamos la partida.
   Optamos por descender del lugar que nos encontramos hacia los municipios de Olaberri y Erdozáin, para desde este último lugar visitar las ruinas de la ermita de San Juan, y posteriormente siguiendo el curso del Canal de Navarra, en sentido contrario al curso de sus aguas, volver al lugar de salida matinal, la Villa de Aoiz.
   Concluido el almuerzo, retomamos la senda, que continua por el cordal, siguiendo ahora paralela a una alambrada que limita los términos de los valles de Lónguida y Arce. Después de andar un trecho no muy prolongado, hallamos un portillo en la alambrada, que toma ahora dirección oeste, lo abrimos y pasamos al otro lado descendiendo por una nueva senda, que seguiremos durante una prolongada bajada a través de un pinar. El pinar acaba en campos de labor, y desde los mismos mediante un amplio camino, bajamos al lugar de Olaberri.
   Olaberri, es un pequeño municipio del Valle de Lónguida, actualmente deshabitado y bastante abandonado, propiedad particular, que aún conserva un grupo de casas en bastante buen estado de conservación. El estado de la Iglesia parroquial, dedicada en su día a San Juan Bautista, es ruinoso. Adosado a la Iglesia un pequeño cementerio, que aún conserva cierto número de tumbas con sus correspondientes lápidas de identificación.
Municipio de Erdozáin. Iglesia Parroquial de San Salvador.
Valle de Lónguida
   Abandonamos Olaberri y por una carretera local la NA-2355, y nos dirigimos al lugar de Erdozáin, perteneciente asimismo al Valle de Lónguida.
   El municipio de Erdozáin, al igual que el anterior está bastante abandonado, con una población exigua, entre dos o tres vecinos permanentes, viviendo durante todo el año en el lugar.
   Varios edificios en ruinas, aunque mantienen en sus fachadas de piedra de sillería, escudos de hidalguía, que indican la importancia de lugar en tiempos pretéritos. La iglesia dedicada a San Salvador, se encuentra en buen estado. No la pudimos visitar por encontrarse cerrada y no hallar persona que nos facilitara conocerla.
   Después de recorrer las calles de Erdozáin , abandonamos el lugar, y tomando nuevamente la mencionada carretera local NA-2355, nos dirigimos hacia el pueblo de Ecay, del Valle de Lónguida donde desemboca en la carretera NA-1720 en dirección Aoiz.
 Escudo de hidalguía
Municipio de Erdozáin. Valle de Lónguida.
   Los términos de Olaberri y Erdozáin, son eminentemente agrícolas, por lo que la concentración parcelaría, a supuesto una reducción de la población. La mecanización de la agricultura a determinado el abandono de la población hacia lugares industrializados, como la próxima Villa de Aoiz.
   Siguiendo la carretera NA-2355, al llegar al cruce de ella con el Canal de Navarra, nos desviamos por uno de los arcenes de dicho canal en dirección a las visibles ruinas de la Ermita de San Juan, situada en término de la villa de Aoiz.
   Abandonamos el arcén del Canal de Navarra, y atravesando un campo de cultivo por uno de sus orillas, llegamos a una zona de monte bajo, en donde sin dificultad encontraremos pequeñas sendas, que nos dirigen hacia las ruinas de la citada ermita.
   Situada en los aledaños de una finca de cultivo, esta ermita es muy poco conocida, y su estado de conservación es deplorable. Solamente se intuye un recinto rectangular, sin techo, en el que se conservan algunas paredes de piedra de calidad, la mayor parte de ellas cubiertas de vegetación de varios arbustos, de entre los que destacan las hiedras que cubren la mayor parte de los muros del recinto.
   Se tienen pocas noticias de la Ermita de San Juan, pero encontramos referencias de principios del siglo XVI, relacionados con el antiguo despoblado de Cemboráin de Lónguida. Según Registro de la Sección de Coptos del año 1534, lo disfrutaban la Villa de Aoiz y el municipio de Erdozáin. A este despoblado pertenecía la Basílica o Ermita de San Juan Bautista, cuya imagen se conserva en Erdozáin.
Ruinas de la Ermita de San Juan
Término de la Villa de Aoiz
   En el año 1617 era ermitaño Baltasar de Balanza, que figura como testigo en el codicilo de Martín de Balanza, vecino de la Villa.
   En la relación de Coptos del año 1800, aparece Cemboráin con solo una Basílica o Ermita y una casa contigua para el ermitaño perteneciente a varios particulares, entre ellos el Conde de Ezpeleta y la Real Casa de Roncesvalles.
   En la actualidad, al igual que antaño, el término donde está enclavada la Ermita de San Juan, sigue repartido entre la Villa de Aoiz y Erdozáin. Esto no es ningún contrasentido ya que antiguamente Aoiz pertenecía al Valle de Lónguida, hasta su posterior segregación del mismo.
   Deseamos que en un futuro se puedan realizar labores de recuperación de este lugar, haciendo una limpieza de la vegetación que recubre a esta Ermita y puedan aparecer vestigios de las antiguas construcciones. De no hacerlo llegará el día que desaparecerá para siempre un lugar interesante dentro de la historia de nuestra Villa de Aoiz.
   Después de la visita a los restos de la Ermita de San Juan, se vuelve a recuperar la margen del Canal de Navarra, y en sentido contrario a la corriente de agua que fluye por la citada vía, regresamos a la Villa de Aoiz, desde donde hemos realizado este interesante recorrido circular. A continuación volvemos a Pamplona, después de haber disfrutado de una mañana de temperaturas muy agradables.



 

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