lunes, 17 de diciembre de 2012

INVERNAL DESDE ARRIETA (VALLE DE ARCE) AL CORONA. DICIEMBRE 2012


Localidad de Arrieta. Iglesia de San Lorenzo
Amplio lugar de aparcamiento.

   La localidad de Arrieta está situada en la parte norte del Valle de Arce, a una altitud de 778 metros y a una distancia de 46 kilómetros de Pamplona. En lengua vasca, el nombre de este Valle es Artzi, recuperando así el nombre antiguo, siendo cooficial desde algunos años. En euskera se ha solido escribir también Artze, lo mismo que Artzibar (literalmente Valle de Arce).
   Hay que tener en cuenta que dentro del valle existe un despoblado llamado Arce, por lo que el nombre del valle se podía haber originado en dicha aldea y haberse transmitido al conjunto del valle.
   Para acceder al citado Valle de Arce y posteriormente a la localidad de Arrieta, desde donde intentar subir al monte Corona, lo realizamos desde Pamplona.
   Tomamos la carretera NA-150 en dirección hacia la Villa de Aoiz, desde allí seguir en dirección Burguete por la NA-1720, y una vez pasados Nagore, Zandueta, Uriz, tomar una derivación y a través de la NA-2042 situarnos en el municipio de Arrieta. Hay un espacioso lugar a la entrada del pueblo al lado de una pequeña fuente para poder aparcar los vehículos.
Desde Arrieta en el camino de subida.
Torrente inusual debido al deshielo

   El significado de Arrieta es "pedregal". Del vasco (h) arri (piedra) y el subfijo indica lugar -eta. Según descripción antigua del año 1785: Tiene su asiento a la izquierda del río Urrobi, que pasa a una distancia de dos tiros de bala, en sitio medianamente llano, aunque montañoso. Confina por el norte con Villanueva y Burguete, por el este con Oroz Betelu y por el oeste con Lusarreta.
   En su centro hay una llanura que produce, trigo, avena, cebada y centeno. En el monte común con el lugar de Villanueva se crían muchos robles y hayas, yerbas medicinales, algunas poco comunes, y se descubren vestigios de minerales de hierro. La iglesia parroquial está dedicada a San Lorenzo.
   Aprovechando la tregua de tiempo lluvioso de las últimas semanas, el sábado día 15, nos dirigimos a este hermoso lugar,  para desde aquí, emprender el recorrido de montaña hacia la cima más emblemática de esta zona, el Corona (1389 metros). Nuestra intención inicial era llegar hasta el pilar que marca la señal geodésica de la cima, aunque consultando con los lugareños sobre las nevadas de días anteriores, nos indicaron que lo tendriamos dificil llegar, debido a la acumulación de nieve y sobre todo el estado de ella, muy blanda.
 Prados y cabaña.
Al norte el Corona. Al noroeste el Lerdenguibel.

   Una vez equipados convenientemente para la ascensión, iniciamos la subida por una amplia pista, que partiendo desde las afueras del municipio de Arrieta, toma la dirección norte. El día es claro y la temperatura agradable, más alta que la habitual para estas fechas, lo que determina que después de un recorrido ascendente no muy largo después de abandonar el pueblo, encontremos que los pequeños desagües del terreno se hayan convertido en tumultuosos torrentes, debido al rápido deshielo de las zonas más altas de estos montes.
   Seguimos ascendiendo por un ancho camino, que describe amplias curvas en ambas direcciones, ganando altura, por unas  laderas con abundante y variada vegetación de arbolado mezclado con matorral de tipo atlántico.
  Ya en la subida empezamos a encontrar grandes manchas de nieve en zonas sombrías, menos acusadas en los carasoles. Después de un continuado ascenso llegamos a una zona llana, después de atravesar un portillo entre dos montículos, en donde la cantidad de "nieve primavera" es abundante, acusando los primeros problemas de desplazamiento a los "matarrasa".
   Una vez atravesada la zona anterior muy cerrada, llegamos a unas amplias praderas en donde hay menos nieve debido a su situación más despejada, y ante nosotros aparece una singular cabaña de piedra para refugio de pastores y personas necesitadas de protección y cobijo. 
Subida hacia el Corona.
Manto de nieve alternando con arbustos de acebo

   Desde este lugar se pueden realizar dos ascensiones: la directa de frente, hacia la cima del monte Corona, la otra desplazándonos en dirección noroeste al monte Lerdengibel (1250 metros), después de atravesar unas hermosas y amplias praderas, desprovistas de arbolado, que en otras estaciones del año, pastan abundantes rebaños de ovejas y cantidades importantes de ganado vacuno y caballar.
   Después de tomar un frugal almuerzo, en un abrigado lugar con excepcionales vistas de los montes más próximos, elegimos la opción de subida hacia el monte Corona.
   El camino ahora es amplio y despejado, sólamente la presencia de masa arbóreas de acebos adornados con hermosos frutos rojos,encontraremos en la ascensión. Más alejados a ambos lados de esta subida abundante arbolado de hayas, castaños y robles que forman un abigarrado conjunto, que en esta época del año, carece del verdor que le proporcionan sus abundantes hojas.
Monte Corona (1389 metros de altitud).
Zona próxima a la cumbre (1300 metros aprox.)

   El camino conforme se eleva, atraviesa grandes superficies nevadas, que alternan con zonas limpias mucho más pequeñas. La temperatura templada de este día origina un acusado deshielo, que empieza a ofrecer dificultades en el desplazamiento, ya que la capa de nieve conforme nos elevamos, se hace más importante.
   Llegan momentos en donde el avance es muy lento y penoso, la capa de nieve es importante, y necesitaríamos otro equipamento para poder avanzar con más facilidad.
   Después de una subida muy penosa llegamos a la parte final del recorrido, en el cual después de atravesar un cercado de espinos con mucha dificultad, al no poder abrir el portón de acceso por acumulación de nieve, llegamos a la plataforma final que forma un frondoso hayedo. 
   A partir de este lugar a una altura aproximada de 1.300 metros, las dificultades son mucho mayores, la nevada es importantísima y sobre todo las ventiscas, han formado una gran muralla muy dificil de atravesar.
   Necesitaríamos unas raquetas para hacer huella y llegar a la cumbre, pero no disponemos de ellas en este desplazamiento. En este lugar, tomamos la decisión de regresar hacia el punto de partida sin demora, ya que un cambio brusco de temperatura, con la llegada de un fuerte viento acompañado de una fría lluvia muy molesta, nos invita abandonar la zona con prontitud.
   Emprendemos el camino de regreso hacia el municipio de Arrieta, por el mismo camino de la ascensión, después de este intento de llegar al monte Corona, que los imponderables nos lo han impedido y con la pena de no poder competar el recorrido elegido. 
Valle de Arce.
Desde la subida al monte Corona
   Al llegar al pueblo después de la bajada, y comentar con los vecinos las incidencias de la subida, no se extrañan de lo ocurrido, y nos comentan que la zona final del monte Corona, acumula mucha nieve, sobre todo debido a las abundantes ventiscas que castigan dicho lugar.
   Regresamos a Pamplona después de pasar una interesante jornada invernal, en compañia de los amigos "matarrasa", amantes de la montaña.                                  

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